La Roma logró
rescatar un empate ante Juventus pese a jugar con inferioridad numérica desde
el 62'. El duelo fue dominado tácticamente por la Vecchia Signora que impuso un
ritmo cadencioso y supo frenar los avances del equipo romano que simplemente no
encontró la profundidad suficiente para vencer a Buffon.
La Roma fue dueña
del balón pero la Juve impidió que esto se tradujera en jugadas de peligro por
lo que el 62% de posesión de los locales no fue de mucha utilidad ante la buena
aplicación de la defensiva del equipo de Turín que mostró oficio y un gran orden
táctico.
Como suele suceder
entre ambos equipos, el partido fue muy disputado y las tarjetas fueron
apareciendo hasta llegar a 12 amarillas entre las que están dos a Vasilis
Torosidis quien salió expulsado al 62'. Si bien la Juventus cedió el balón a
los locales, jamás renunció a los contragolpes y, de hecho, tuvo para
sentenciar el partido, lo que hubiera sido fatal en la lucha por el Scudetto
para la Roma que se encuentra ahora a 9 puntos del conjunto de Turín.
A contragolpes, la
Juventus creaba mucho más peligro que la Roma. Pereyra desbordó por la banda al
22' y mandó un peligroso centro para Morata que fue desviado por un defensor y
estuvo a punto de entrar a la portería romana. Esto no desmoralizó a la Roma
que volvió a la carga adelantando filas y arriesgando en busca de profundidad
pero cometiendo errores que eran capitalizados por la Juventus. Los robos de
balón en la media cancha eran convertidos irremediablemente en jugadas de
peligro por el equipo visitante y obligaban a De Sanctis a emplearse a fondo
para mantener a la Roma en el encuentro.
La velocidad en los
contragolpes de la Juve obligó a los defensivos romanos a cometer faltas que se
fueron traduciendo en tarjetas amarillas y, en una de tantas faltas en los
linderos del área, Carlos Tévez aprovechó la ocasión para romper el empate con un
soberbio disparo que venció a la barrera y se incrustó en el ángulo de la
portería local para el 0-1 al 64'.
Rudi García, técnico
de la Roma, no lo pensó dos veces y mandó a Florenzi en sustitución de Ljajic
con la intención de reconfigurar a su equipo que había perdido ya a Torosidis
por doble amarilla. Los romanos se lanzaron entonces con todo al frente, arriesgando
cada vez más y a punto estuvieron de pagar cara la osadía pero la Vecchia
Signora no supo aprovechar la ocasión y falló en el último toque para coronar
un contragolpe permitiendo que, cuando ya corría el 78', Seydou Keita anotara
de cabeza el 1-1 al rematar un excelente centro del recién ingresado Florenzi.
En los minutos
finales, la Roma volvió a arremeter en busca de la victoria pero la buena
aplicación de la defensiva de la Juventus y un par de excelentes intervenciones
de Buffon frenaron todos los intentos y preservaron el empate en el marcador.
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