Tal y
como lo había anunciado La Liga ayer, por considerar que el pago de 222
millones de euros por el traspaso de Neymar del FC Barcelona al Paris
Saint-Germain incumple con la normatividad establecida por la UEFA respecto al
fair play financiero, rechazó el intento de los representantes del astro
brasileño de depositar la enorme cifra en sus oficinas.
Neymar ya
se despidió de sus compañeros e incluso muchos de ellos han publicado mensajes
de apoyo para el que llevara en el dorsal el número 11. incluso el propio Club
Barcelona ya le dio permiso para no entrenar.
Si bien
es innegable que Neymar ha hecho un gran papel en el terreno de juego, su paso
ha dejado una pléyade de problemas judiciales que todavía azoran a la directiva
del Barça que todavía está lidiando con problemas judiciales por su fichaje y
ahora se ha metido en camisa de once varas por su salida que amenaza con
meterlos, de nueva cuenta, en líos judiciales.
Las
cuentas del fichaje del talentoso delantero simplemente no le cuadraron a la
directiva del Barcelona encabezada por Sandro Rosell, quien por cierto se
encuentra recluido en la cárcel por evasión de impuestos. El asunto pasó por
los tribunales españoles y brasileños desnudando un entramado complicadísimo
con pagos disimulados que engrosaron la cartera del brasileño.
Ahora el
PSG tendrá que hacer malabares para convencer a La Liga y muy probablemente
también a la UEFA y al TAS de que la transacción de 222 millones de euros no
incumple la normatividad correspondiente al juego limpio financiero.