El próximo martes 27
de marzo se enfrentarán en el Wanda Metropolitano de Madrid las selecciones de
España y Argentina, uno de los partidos amistosos más llamativos de la segunda
ronda de enfrentamientos de la Fecha FIFA.
Dos grandes
selecciones que sin duda se encuentran entre las favoritas para pelear por la
copa del Mundo que se celebrará en Rusia el presente año, pero que llegan de
forma muy distinta e incluso podría decirse, contrastante.
Por un lado está
España que lleva muchos años, más de una década, trabajando muy bien y
siguiendo un camino bien trazado, respetando su estilo, aprovechando al máximo
una enorme generación de futbolistas que ha recibido excelentes incrustaciones
de jóvenes que prometen mantener a la Furia entre los protagonistas por un buen
tiempo.
Por el otro se
encuentra Argentina que ha tenido un tránsito mucho más accidentado y que pese
a contar con grandes figuras de nivel mundial, ha sufrido enormidades para
alcanzar la clasificación a la Copa del Mundo y ha variado mucho
estratégicamente con los cambios de técnico.
La época dorada de
La Roja comenzó con la llegada al timón de Luis Aragonés. El Sabio de
Hortaleza, como se le conocía a don Luis, se había desempeñado como
mediocampista en los 60's y 70's principalmente con el Atlético de Madrid y
buscó desde el inicio dotar de una identidad al conjunto ibérico, estableciendo
un estilo que sigue vigente hasta estos días pese a los cambios de técnico que
se han dado. Don Luis privilegió la posesión y el toque del balón sobre la
fuerza física, el talento y el juego de conjunto sobre el desgaste y la
fiereza.
Aragonés se mantuvo
en el timón pese a la eliminación de España en octavos de final ante Francia,
sobre todo gracias al estilo que ya iba conquistando adeptos en todo el mundo.
La obtención de la Eurocopa 2008 celebrada en Austria y Suiza catapultó a lo más
alto a La Roja y abrió las puertas de una nueva época en la que lograron
imponer su estilo y rompieron todas las barreras que habían mantenido
históricamente a España en un segundo plano a nivel mundial.
Los títulos
comenzaban a llegar a las vitrinas pero lo que más llamaba la atención fueron
las formas. Un sistema de juego que monopolizaba la posesión del balón y que
basaba su funcionamiento en la habilidad técnica de sus jugadores y en un
hipnótico juego de conjunto que maravilló a propios y extraños y los llevó a
ganar también la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 ya bajo la dirección de Vicente
del Bosque quien mantuvo la base de jugadores y, lo que fue más importante,
respetó cabalmente el estilo impuesto por Aragonés.
La Roja es dirigida
hoy por Julen Lopetegui, quien tomó el timón en 2016 y ha tenido que emprender
la renovación del equipo, sustituyendo grandes estrellas que han inscrito sus
nombres con letras de oro en la historia del futbol ibérico, pero conservando
el estilo de toque y posesión del balón que han llevado a La Roja a lo más alto
del futbol mundial.
Argentina fue
subcampeón en Brasil 2014 de la mano de Alejandro Sabella pero el estratega
prefirió dar un paso al costado y declinó mantenerse en el timón de la
albiceleste que recurrió a Gerardo Tata Martino en busca de retomar el camino y
conquistar los títulos que le hacen falta a Messi. Martino no pudo evitar que
los pamperos cayeran ante Chile en las finales de la Copa América 2015 y 2016 y
dejó el cargo en manos de Edgardo Bauza quien, luego de unas muy flojas
eliminatorias rumbo a Rusia 2018, dejó el mando en poder de Jorge Sampaoli
quien alcanzó la clasificación de forma por demás angustiosa.
Los estilos
implantados por Sabella, Martino, Bauza y Sampaoli no tienen mucho en común e
incluso tienen enormes diferencias, pero de cualquier forma, el material humano
con el que cuenta Sampaoli es impresionante y su potencial, enorme, por lo que
sin duda, debe de considerarse a la hora de hacer pronósticos pero es
inevitable observar las enormes distancias existentes al contrastar el trabajo
de los últimos años con lo acontecido con España.
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