Honduras se prepara
para recibir a México en el Estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula y para
ello Jorge Luis Pinto, el experimentado director técnico de Honduras, emplea
sus mejores armas psicológicas: convencimiento y motivación para sus jugadores
y poner el peso y la responsabilidad del partido en hombros del equipo
tricolor.
Pinto sabe muy bien
que el partido ha sido, históricamente, muy especial para el pueblo hondureño y
que San Pedro Sula es un campo complicado y difícil para los mexicanos tanto
por sus condiciones climáticas como por el estado de la cancha y el ambiente que
la rodea.
Sin embargo y por
más que tanto dirigentes como jugadores y el propio Pinto han buscado encender
la llama y el ardor de la fanaticada, el ambiente no ha sido el mismo que ha
rodeado el encuentro en otros años. Tal vez sean los pésimos resultados
obtenidos por Honduras en estos últimos 4 meses y la reciente derrota por la
mínima diferencia ante Canadá o bien por la situación por la que atraviesa el
país, pero lo cierto es que en esta ocasión, la Selección Mexicana ha podido
llegar discretamente y sin mayores contratiempos. Hoy se llevará a cabo el
partido y no se escuchan aún los sonidos del claxon de los automóviles que
solían generar un clima de tensión desde días antes del partido. No se ve a la
gente prendida con su selección.
Las declaraciones de
Pinto habían sido muy fuertes desde hacía varias semanas pero en cuanto se ha
acercado la fecha del encuentro entre ambos equipos, se han suavizado y ayer
incluso, en la rueda de prensa, declaró que si bien el partido contra México lo
ha estado preparando desde hace 4 meses, no puede negar que el tricolor es el
favorito.
Jorge Luis Pinto
sabe muy bien que una presión asfixiante en la media cancha puede causarle
mucho daño a México. También sabe perfectamente que cuenta con jugadores
fuertes y rápidos y que los choques y las provocaciones también les pueden
rendir buenos frutos y por eso buscaba encender los ánimos pero ya en la
víspera ha preferido ser cauto.
Por el otro lado,
Juan Carlos Osorio, el técnico del Tri, está consciente de que este encuentro
será de un grado de dificultad mucho más elevado que el de su presentación en
el Azteca ante El Salvador. Dice conocer perfectamente a su equipo pero tal vez
el propio Pinto lo conozca mejor ya que el estratega que hoy dirige a la
selección catracha estudió al tricolor desde el hexagonal pasado, cuando
dirigía a Costa Rica.
Para Osorio, la
declaración de intenciones de un equipo pasa más por las características de los
jugadores que por un sistema pero de cualquier forma no piensa renunciar a ser
ofensivo porque su hambre de triunfo pesa más que su miedo al fracaso.
México buscará
imponer su juego ofensivo de posesión y de posición ante una Honduras que
seguramente buscará presionar al tricolor desde la salida, adelantando filas y
forzando un juego físico que les permita aprovechar su fortaleza, su mejor
juego aéreo, que es por cierto una de las debilidades de la defensa del equipo
mexicano, y el apoyo de su gente.
El calor que se
espera habrá en San Pedro Sula a las 15 horas también jugará su parte y podrá
ser determinante ya que si bien México ha mostrado buena condición física, no
ha sido probado ante un escenario parecido al que enfrentará hoy.
Ambos equipos se
encuentran en estos momentos velando armas, preparando los últimos detalles
para su enfrentamiento. Tanto Pinto como Osorio saben muy bien que el partido
será clave en el ánimo de sus respectivos equipos y si bien no será definitivo
para la clasificación, sí podría marcar una enorme diferencia.
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