El Paris
Saint-Germain conquistó un milagroso pase a cuartos de final de la UEFA
Champions League al igualar a 2 tantos en la prórroga ante el Chelsea en
Stamford Bridge.
El equipo parisino
se plantó en Londres sin deberla ni temerla. El empate a 1 en la ida daba
cierta ventaja al Chelsea que no mostraba prisa por finiquitar el encuentro y,
como es costumbre de Mourinho en partidos de esta índole, apostaba por un
planteamiento compacto, cerrando filas entre sus hombres, con mucho sacrificio
y músculo en detrimento del futbol. El Paris Saint-Germain copó el medio campo
y buscó hacer daño pero la bien plantada defensiva de los blues le impedía el
paso para generar peligro y, para colmo de males, cuando corría el 31', Zlatan
Ibrahimovic, que prácticamente no había tenido acción hasta entonces, llegó
tarde a la disputa del balón con Oscar y el árbitro lo mandó de inmediato a las
regaderas, dejando al PSG con 10 hombres.
Laurent Blanc no
dudó y reorganizó sus filas, mandando a Pastore al medio campo y dejando solo
en punta a Cavani. Con este repliegue, el Paris Saint-Germain buscaba mantener
el cerrojo en el medio campo y desdoblarse rápidamente cada vez que se le
presentara la oportunidad de un contragolpe, con Cavani como punta de lanza.
La lucha se centró
en el medio campo ya que el Chelsea parecía conformarse con el empate a ceros y
fue sobrellevando el encuentro sin arriesgar de más en ningún momento. El
esférico estaba dividido casi por partes iguales entre ambos equipos y tanto
Courtois, por parte del Chelsea, como Sirigu, por parte del Paris
Saint-Germain, estuvieron a la altura las pocas veces que fueron requeridos.
Cuando corría el
58', Edson Cavani se escapó y dejó atrás a la defensa y, de paso, a Courtois
pero alargó demasiado el balón y se le fue cerrando el ángulo aunque alcanzó a
disparar pero, para su mala fortuna, estrelló el balón en el poste y el
esférico se paseó frente al arco londinense sin entrar a la portería. Algunos
minutos más tarde, Cahill mandó un potente disparo que reventó en el larguero
del equipo visitante.
Cuando corría el
80', Cesc Fábregas sirvió un tiro de esquina por la banda derecha. Ivanovic y
Silva saltaron y el balón rebotó hacia Diego Costa quien no pudo prenderlo pero
lo desvió hacia Cahill quien, sin pensarlo dos veces, mandó un fogonazo a botepronto
que se incrustó en la red de la portería visitante para el 1-0.
La respuesta del PSG
también se dio en un tiro de esquina. Cuando corría el 85', Lavezzi, que
acababa de entrar al terreno de juego, mandó un centro justo para la aparición
de David Luiz quien, de cabeza, mandó el balón al fondo de la portería blue
para el 1-1.
El partido se
extendió irremediablemente a tiempos extra y Mourinho mandó al terreno de juego
a Didier Drogba para acompañar a Diego Costa en el ataque blue. Dos hombres
fuertes y expertos en contragolpes con capacidad de finiquitar el encuentro en
cualquier jugada y la estrategia estuvo a punto de funcionarle al portugués ya
que, cuando corría el 96', Thiago Silva alzó las manos en el área
inexplicablemente y tocó el balón cuando Zouma intentaba cabecear. El árbitro
decretó la pena máxima y Hazard se encargó de convertirla en gol con un toque
suave y al centro del arco en una muestra de frialdad y señorío.
Pese al error,
Thiago Silva no se derrumbó y tomó fuerzas de su desgracia para lanzarse al
ataque y, cuando ya corría el 115', se alzó en el corazón del área para
cabecear un tiro de esquina enviado por Thiago Motta y vencer por arriba a
Courtois para el 2-2 que decretaba el heroico pase del Paris Saint-Germain a
cuartos de final de la UEFA Champions League.
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