La Juventus obtuvo
una importante victoria de 2 goles contra 1 sobre el Real Madrid en el Juventus
Stadium en el partido de ida de la semifinal de la UEFA Champions League en una
muestra de arrojo, templanza y contundencia que si bien deja abierta la llave
para la definición en la vuelta en el Santiago Bernabéu, también deja en claro
que la Vecchia Signora tiene el carácter y el oficio suficientes para intimidar
a cualquiera, incluso a este Real Madrid plagado de estrellas y capaz de
cualquier proeza.
Massimiliano Allegri
apostó por un 4-4-2 con Pirlo en el centro del campo y Arturo Vidal como
enganche entre mediocampistas y delanteros mientras que Ancelotti, que también
utilizó un 4-4-2, puso en el centro del campo a Kroos y Sergio Ramos y dejó
arriba a Cristiano Ronaldo y Gareth Bale.
Con jugadores con
mucho menos cartel pero con el espíritu por delante, la Juve arremetió sobre el
ilustre visitante desde el silbatazo inicial. Juventus se lanzó con todo al
frente en el inicio, aprovechando que el Real Madrid también quería dejar
patente que el bellísimo escenario no le intimidaba y también quería mostrar
sus cartas en la ofensiva y tardó en coordinar a los dos mediocentros, Kroos y
Ramos, con los dos centrales, Varane y Pepe.
Cuando corría el 9',
Stephan Lichtsteiner avanzó por la banda izquierda hasta tres cuartos de cancha
y se apoyó con Claudio Marchisio quien mandó un servicio perfecto hacia un
hueco que aprovechó Carlos Tévez para adelantarse a la marca de Varane y mandar
un fuerte disparo raso que Iker Casillas logró desviar pero no lo suficiente
para evitar que Álvaro Morata llegara justo a la cita para empujar el esférico
y marcar el gol que inauguraba el marcador y ponía adelante a Juventus 1-0. Fue
una bella culminación para una jugada largamente elaborada, que incluyó 27
pases antes de que el balón se introdujera en la portería madridista.
El Real Madrid no
bajó los brazos y se fue en busca del empate, obligando a la Juve a replegarse
en su propio campo y a buscar responder con contragolpes, sobre todo por vía
del incansable Lichtsteiner, con el imperecedero Pirlo en el comando de las
acciones aunque sufriendo por momentos con la velocidad que se imprimía al
juego y el voluntarioso Chiellini que igual defendía con fuerza que atacaba con
fiereza.
Si bien el Madrid
extrañó a Modric en el comando del medio campo, tuvo en James Rodríguez al
motor que empujó al equipo hacia el frente, con el apoyo del incansable Kroos
que supo multiplicarse y hacerse del dominio del medio campo ante la
desubicación constante de Sergio Ramos que ha dejado patente nuevamente que lo
suyo es la defensa.
James logró hacerse
del balón y taladrar la férrea defensiva de la Juve, se apoyó hacia la banda
derecha y continuó su avance para recibir el esférico de nueva cuenta pero ya
dentro del área y mandar un centro perfecto para la llegada de Cristiano Ronaldo,
solo, sin marca, quien simplemente empujó la pelota al fondo de la portería de
Gianluigi Buffon que nada pudo hacer para impedir el 1-1 al 27'.
El Real Madrid no se
conformó con el empate y mantuvo la ofensiva sobre el marco italiano y se volcó
de nueva cuenta hacia el frente. Marcelo galopó por la banda izquierda,
taladrando a la defensiva italiana y mandó un centro magnífico para la llegada
de James quien estrelló su cabezazo en el larguero cuando muchos ya cantaban la
voltereta.
Para la segunda
parte, Allegri ajustó sus líneas y reubicó a su equipo que volvió a pelear por
la posesión del balón con el Real Madrid y recuperó mucho del protagonismo que
había cedido en la parte final de la primera mitad del partido. Las arremetidas
del Real Madrid tenían respuesta con veloces contragolpes de la Juventus. Ambos
equipos intercambiaron muestras de poderío.
Cuando corría el
56', la defensa de la Juve rebotó el balón en un tiro de esquina y este cayó a
los pies de Marcelo quien mandó un fuerte disparo hacia la portería pero para
su mala fortuna, el esférico volvió a rebotar en la muralla italiana y esta vez
cayó a los pies de Tévez quien, sin dudarlo, galopó a toda velocidad hacia el
frente y culebreó hasta meterse al área merengue y forzar un faul de Carvajal
que venía correteándolo y soplándole en la espalda. El árbitro no dudó en
marcar la pena máxima y, ya al 58', el propio Tévez la convirtió en gol para
poner el marcador 2-1.
Ancelotti modificó
de inmediato y cambió el 4-4-2 por un 4-3-3 sacrificando a Isco en la media
cancha por Chicharito, un delantero nato aunque en esta ocasión jugó un poco
más retrasado y no clavado en la punta. Allegri no tardó mucho en modificar
también la formación de la Juve e hizo ingresar a Andrea Barzagli, un defensa
con todo el oficio requerido para cerrar la puerta a cualquier intentona de
empate merengue.
Con el guion
establecido, ambos equipos tomaron su papel en la película. El Real Madrid se
lanzó con todo al frente, buscando abrir el campo y taladrar hacia la tripleta
de delanteros y la Juventus apostada atrás, esperando a los merengues para
rebotarlos y construir peligrosos contragolpes.
En la primera jugada
en la que participó Chicharito, dejó un balón que se escurrió justo antes de
que Cristiano lo pudiera alcanzar, escapándose para saque de meta. La movilidad
del mexicano le sentó bien a Cristiano pero no fue suficiente para doblegar a
la bien plantada defensiva italiana, que mostró carácter y oficio para
mantenerse en pie y sostener el marcador hasta el final, resguardando la
victoria de su equipo.
Así las cosas, todo
tendrá que definirse en el Santiago Bernabéu en la vuelta de la semifinal de la
UEFA Champions League entre dos gigantes que suelen saber aprovechar el peso de
la localía y quieren emprender el viaje a Berlín para la gran final de la competencia.