Cuando llegaron los equipos a Abu Dhabi, todo mundo daba por sentada una final entre los dos equipos "internacionales" y ponían por favorito al equipo brasileño. El pésimo momento que vive Rafael Benítez y el Inter de Milán en la liga italiana representaba una pesada losa difícil de cargar.
Afortunadamente para este gran equipo, lograron encontrar algo de su futbol y con ello tuvieron suficiente para vencer 3-0 en sus dos encuentros del campeonato y alzarse con la corona. El Inter ya había ganado la copa Intercontinental en 1964 y 1965 pero no habían podido alzar este cetro.
Para Lucio, un veterano y aguerrido central del once italiano, es un broche de oro para un año excelente ya que lograron conquistar el quinto título del año y quedaron a uno de igualar la marca del Barcelona de Pep Guardiola. En el vestuario del Inter todo parecía alegría pero era obvio que era una fachada.
En el campo festejaban los jugadores del Inter pero no estaba Rafael Benítez como tampoco estuvo en agosto cuando el equipo consiguió la Supercopa italiana. En aquella ocasión tenía muy poco tiempo en el equipo como para integrarse y prefirió quedar en segundo plano. Sin embargo, en esta ocasión todo es distinto. Ahora ha preferido sacar toda la presión que lleva dentro y arremetió contra Massimo Moratti y contra algunos jugadores del plantel.
Para muchos, eligió la peor noche para desahogarse y la prensa italiana no ha tardado en tildarlo de aguafiestas mientras que en El País de España recalca que Benítez "decidió escupir toda la rabia". El motivo del enojo de Benítez es que "cuando llegué aquí me prometieron fichar tres jugadores para ganarlo todo en el futuro. No vino nadie. El año pasado se gastaron 80 millones, el anterior 50; desconozco los aspectos financieros del club pero conmigo se han gastado cero. Los demás equipos sí se han reforzado, el mío no. Me quedé decepcionado al cien por ciento y lo digo con respeto porque siempre lo he tenido", palabras textuales citadas por El País.
Obviamente, Moratti respondió rápidamente que no era el momento ni mucho menos el lugar para responderle y consideró inapropiadas las declaraciones hechas por el entrenador del club, al ser cuestionado por los reporteros. Los diarios italianos interpretan las palabras de Moratti como el enésimo episodio de desencuentros entre ambos y es que si bien el Inter cierra el año con 5 títulos, la relación entre el presidente y el entrenador no ha sido buena y se nota que no hay entendimiento.
El Inter ha gastado casi 800 millones en los últimos 15 años y por fin decidieron ponerle un freno a la inversión. Para Moratti, el equipo que dejó Mourinho era suficientemente competitivo para encarar las competencias y aparentemente le dijeron eso a Benítez desde el primer día, pero el técnico quiere suplir las bajas de jugadores y quiere el apoyo del club que, en estos momentos, marcha a 10 puntos del líder.
El Inter ha comenzado a buscar entrenadores y no ha sido discreto en esto. Incluso han platicado con más de uno y esto ha ocasionado que Benítez explote. Benítez pide a tres o cuatro refuerzos antes del 29 de diciembre, cosa que a todas luces es complicado y para colmo, ya hay jugadores como el emblemático Marco Materazzi que se han posicionado en apoyo al club y en abierta confrontación con el técnico.
El técnico insiste en que a su llegada le prometieron refuerzos y el club afirma que era necesario hacer un alto en la inversión y que se cuenta con un plantel suficientemente competitivo para afrontar los compromisos. Para Benítez hay tres caminos: "o el club hace un proyecto y compra cuatro jugadores ya, o seguimos así con el entrenador como único culpable o, incluso, el presidente habla con mi representante", según cita ESPN Deportes
Y es que Benítez arremetió contra el club y contra los jugadores y, de paso, contra Mourinho, el anterior entrenador del Inter, ya que este último eliminó las pesas de los planes de entrenamiento y para Benítez es algo necesario y algunos jugadores hacen gimnasio a escondidas.
Mourinho no esperó mucho y contestó que le regaló el título a Benítez. En la sala de prensa del Santiago Bernabeu, el técnico madridista dijo: "pensaba que él me iba a agradecer un título que le he regalado". Ya agregó: "sólo hay que hablar con los interistas y que comenten quien es Mourinho y quien es Benítez. Pero estoy muy contento y orgulloso por un grupo de jugadores con el que fue un enorme placer el trabajar. El mismo que siento hoy por entrenar al Real Madrid".
Ya sea con clase, como lo hizo Mourinho, con silencio, como lo hizo Moratti, o con enojo, como lo hizo Materazzi, todos le han respondido a Benítez y si bien hasta hace unos días su situación era difícil, ahora parece insostenible y es cuestión de tiempo para que se anuncie a su sucesor en lo que podíamos llamar, una crónica de una muerte anunciada.
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