El Bayern de Múnich
dominó al Schalke 04 pero no pudo pasar del empate en su propio campo. Este es
apenas el 4o empate en lo que va de la temporada para el Bayern que lleva
también 14 triunfos y 1 derrota y es el líder de la Bundesliga con 46 puntos, 8
más que su más cercano perseguidor, el Wolfsburgo, que contabiliza 38.
Si bien es el 4o
empate en lo que va del torneo, es también el primero en el Allianz Arena y
viene después de un doloroso descalabro sufrido la semana pasada ante el
Wolsburgo, el cada vez más peligroso perseguidor.
El Bayern comenzó
presionando desde el silbatazo inicial pero enfrente tuvo a un Schalke 04 muy
bien parado, con un doble muro defensivo que supo aguantar perfectamente las
cargas del equipo local y responder con rápidos y peligrosos contragolpes que
llevaban desdoblamientos muy interesantes y que se le complicaron una y otra
vez a la defensiva bávara.
Cuando corría el
18', Jérome Boateng cometió una falta en el área sobre Sidney Sam y el árbitro
decretó la pena máxima y la expulsión del recio defensa bávaro, dejando al
Bayern con 10 hombres y complicando la situación. Lamentablemente para el
Schalke 04, Eric Choupo Moting no pudo superar a Manuel Neuer y el marcador se
mantuvo inmaculado.
Pep Guardiola
reorganizó a su equipo e hizo ingresar a Dante, un defensa, en sustitución de
Göetze, un delantero, para mantener el dominio sin descuidar la retaguardia
dados los peligrosos contragolpes del Schalke 04. Si bien el Bayern mantuvo el
dominio del balón, con un 58% de posesión en la primera parte y un 57% en total
en el partido, este dominio fue en gran parte estéril dada la falta de
profundidad mostrada. La incapacidad del Bayern para desarrollar sus variantes
a una velocidad suficiente para doblegar el férreo muro defensivo plantado por
el Schalke 04 fue haciéndose cada vez más latente y el equipo visitante fue
tomando confianza y acercándose cada vez más a la portería rival.
Guardiola echó mano
de Lewandowski al 55' en sustitución de Müller en busca de mayor volumen de
juego en el área y la presión del Bayern se intensificó. En el 65', el árbitro
anuló un gol al Bayern debido a que el balón ya había abandonado el terreno de juego
por la línea de meta cuando lo retrasaron ante la llegada de un delantero pero
de esa jugada se derivó un tiro de esquina en el que, sorpresivamente, Arjen
Robben se adelantó a su marcación para cabecear el centro de Xavi Alonso y
anotar el 1-0 que hizo estallar al graderío.
Tal fue la felicidad
e Guardiola que incluso abrazó al 4o árbitro al festejar el gol, pero esta no
duró mucho y cuando corría el 72', en un grave error de marcación del Bayern,
en otro tiro de esquina, Benedikt Höwedes apareció sin marca en el área chica
para cabecear e igualar los cartones 1-1.
Si bien no hay duda
de que el Bayern mejoró con respecto a la semana pasada en la que lo llenaron
de cuero por el Wolfsburgo, aún está lejos de ser el equipo dominador que
conquistó 14 victorias por tan solo 3 empates en la primera vuelta. Ahora, los
bávaros tendrán que visitar al Stuttgart, un equipo que está en zona de
descenso con 17 puntos en 18 partidos y seguramente un buen sinodal para medir
el estado actual del Bayern.
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