No hay duda de que
el Real Madrid, orgulloso Campeón de Europa y actual líder de la Liga BBVA, fue
humillado en el Vicente Calderón por un Atlético que tuvo en la intensidad, el
sacrificio y las ganas de vencer, sus mejores armas. Simeone le ha vuelto a ganar
la partida a Ancelotti y la hazaña ha trascendido mundialmente.
MARCA publica:
"Rodillo 4TLETIC0", As: "jolgorio del Atlético. Naufragio
Madridista", Sport: 4-0 El Madrid goleado y humillado" y las portadas
se multiplicaron alrededor del mundo.
Cristiano Ronaldo
fue simple, "el Real Madrid no puede perder 4-0 ante ningún equipo".
En las encuestas en Internet, el público señala a Iker Casillas, Cristiano
Ronaldo y Khedira como los culpables de la debacle madridista y Carlo Ancelotti
es lapidario al exclamar en rueda de prensa que "ha fallado todo".
Tanto las revistas
especializadas como los principales periódicos coinciden en que ha sido la peor
derrota de la era Ancelotti y esto tanto el cuerpo técnico, como los jugadores,
lo saben y los directivos no tienen duda de ello. Florentino Pérez jamás había
sufrido semejante humillación por parte del Atlético en toda su gestión. El
presidente del Real Madrid ya había recibido una goleada del Barcelona pero
jamás del Atlético y esto seguramente calará fuerte.
El planteamiento
táctico de Carlo Ancelotti falló estrepitosamente. Carletto no ha sabido
reaccionar ante la intrépida propuesta de Simeone que parece haberle tomado la
medida, pero lo peor del caso es que el equipo se vio falto de convicción, sin
ganas y sus lentos avances se han hecho cada vez más previsibles para un
Atlético rápido, vigoroso, insistente y muy incómodo.
Los cambios tampoco
le ayudaron al italiano. La media cancha madridista hizo agua desde el inicio y
la falta de profundidad era obvia: un disparo a gol en toda la primera mitad.
Sin embargo, en el descanso echó mano de Khedira, quien sin duda alguna había
tenido una pésima salida en el Vicente Calderón, pero en su lugar hizo ingresar
a un delantero más, con lo que dejó a la media cancha con un agujero difícil de
cubrir. Jesé no fue la solución, como
tampoco pudieron ser Illarramendi y Chicharito que entraron varios
minutos después.
Lo cierto es que el
Atlético se le ha indigestado al Real Madrid en los últimos 6 derbis y cada vez
toma mayor confianza. El despliegue colchonero le pasó por encima a los
merengues. Un golpe anímico del que ahora deberán levantarse lo más pronto
posible para defender su liderato. Simeone apostó por el bloqueo del medio
campo madridista y volvió a dar en el clavo pero Ancelotti está convencido que
la formación táctica que ha usado es la correcta y nada indique que vaya a
corregir. Simeone ha dejado en claro que aprendió de sus errores y ya ha
encontrado una fórmula de éxito. El argentino ya encontró un punto débil y
ahora le corresponde a Ancelotti hacer los ajustes necesarios para revertir la
situación.
El Real Madrid tuvo
más tiempo el balón, 56% por 44% del Atlético, pero su juego fue muy horizontal
y predecible. La falta de profundidad fue ostentosa pero fue aún más
preocupante la falta de actitud del equipo. El Real Madrid se olvidó de robar
balones y perdía una y otra vez cada esférico en disputa. Los tres delanteros
quedaron aislados y jamás bajaron, ni para ayudar a su equipo a defender, ni
para crear variantes. La inmovilidad madridista fue aún más notoria dada la
actitud beligerante de los colchoneros.
Para Carlo Ancelotti
es urgente aprender de los errores cometidos para revertir una situación que,
de continuar, podría echar por tierra las aspiraciones del equipo y, sin lugar
a dudas, también podría ocasionar su caída. El estratega siempre ha sabido ser
un oasis de paz en medio de cualquier tipo de caos pero hoy lo que se necesita
es un golpe de timón, un cambio en el guion, algo nuevo que reinvente a este
equipo y le devuelva el orgullo mancillado para mantenerse en la pelea por el
título tanto en España como en Europa. ¿Será capaz Ancelotti de encontrar la
cura y revertir la situación?
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