Después de una muy
larga espera, Guillermo Ochoa al fin debutó con el Málaga en partido oficial y
no podía haberlo hecho en peor momento ya que fue en un partido de Copa ante el
Deportivo La Coruña ante la peor entrada en Riazor en décadas.
En un ambiente de
por sí caldeado después del fallecimiento de un fanático perteneciente a los
Riazor Blues en una reyerta pactada con anterioridad ante barras bravas del
Atlético, con un show mediático instalado en los funerales del fallecido y con
un graderío muy mal poblado, Javi García por fin decidió regalarle unos minutos
a Guillermo Ochoa quien hasta hoy ha sido suplente de Kameni en el Málaga pese
a la presión ejercida por fanáticos y prensa.
En la primera parte,
Guillermo tuvo un par de excelentes intervenciones en las que evitó dos goles
que ya comenzaban a cantarse en el graderío, mostrando que sus grandes reflejos
siguen intactos. Para la segunda parte, Guillermo se vio incluso más exigido ya
que su equipo se había ido al frente en el marcador y, de no ser por el
cancerbero mexicano, se hubiera llevado la derrota ya que el desempeño del
Málaga se vino abajo en la parte complementaria.
De cualquier forma,
la excelente actuación de Memo no pudo impedir el empate del Dépor y ambos
equipos tendrán que definir la eliminatoria en la vuelta, en Málaga,
seguramente ante un mejor ambiente. La realidad es que el Deportivo jugó mejor
y merecía más pero la gran actuación de Ochoa les privó de una victoria en casa
y ahora tendrán que viajar al territorio enemigo para tratar de mantenerse con
vida en la Copa.
El Málaga bien se
pudo llevar la victoria pero lamentablemente para su causa, Angeleri mandó un
cabezazo rosando el larguero cuando ya corría el tiempo de compensación y el
marcador final fue 1-1.
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