Ángel
María Villar nació en Bilbao, Vizcaya, España, el 21 de enero de 1950, comenzó
su carrera como futbolista formado en las fuerzas inferiores del Athletic Club,
debutando en la Primera División en 1971 y retirándose en 1981. En 1978 fue uno
de los fundadores de la Asociación de Futbolistas Españoles, donde llegó a ser
vicepresidente, para luego ser elegido presidente de la Federación Vizcaína de
Futbol y, posteriormente, integrarse a la Real Federación Española de Futbol,
donde fue elegido al cargo de presidente en 1988.
A partir
de 1988, tomó el control de la Real Federación Española de Futbol y se las
ingenió para ser reelegido en seis ocasiones: 1992, 1996, 2000, 2004, 2008,
2012 y 2017. Durante estos 28 años ha sabido maniobrar para asentar su poder y
dominar con plenitud los destinos del futbol español pese a las sombras de
fraudes y corrupción que lo han acompañado por mucho tiempo.
Villar
fue acumulando acusaciones con el paso del tiempo. Presunto favorecimiento al
Recreativo y al Marino, presunto fraude con las subvenciones en el caso Haití,
en el cual, por cierto, ya ha sido imputado, presuntos desvíos para la
construcción de estadios y adecuaciones a estadios existentes y otros
movimientos fuera de lo común llamaron la atención de la Fiscalía
Anticorrupción de España que le ha echado mano y lo ha detenido después de año
y medio de investigación.
Las
denuncias formales comenzaron a partir de 2015 y la Fiscalía fue fortaleciendo
poco a poco el caso hasta optar por la detención de Villar, su hijo Gorka y su
compañero y vicepresidente económico, Juan Padrón.
Durante
la gestión de más de 28 años de Villar, España ha tocado la gloria en lo
deportivo y ha vivido una época de oro que incluye la conquista de una Copa
Mundial y la conquista, en dos ocasiones, de la Eurocopa, entre otras cosas.
Villar
mantuvo siempre una excelente relación con Joao Havelange, Joseph Blatter,
Julio Grondona y toda una pléyade de longevos dirigentes que han caído en
desgracia ante los ojos del mundo a partir del FIFAGATE. La nueva generación de
dirigentes, como Infantino, actual presidente de la FIFA, y Ceferin, actual
presidente de la UEFA, no lo ve con buenos ojos e, incluso, hace poco tuvo que
retirar su candidatura a la presidencia de la UEFA por falta de apoyos.
Villar se
ha sabido eternizar en el cargo de presidente de la Federación Española de
Futbol basándose en un sistema caduco de apoyos de federaciones regionales
cuyos presidentes han sido tan longevos como él y con los cuales ha sabido
manejar una compleja gestión de favores e influencias.
La
Fiscalía Anticorrupción de España por fin le ha echado el guante. Un golpe que
se veía venir desde hace un buen tiempo y que tendrá sin duda alguna fuertes
repercusiones a nivel mundial y reaviva el escándalo alrededor de los oscuros
manejos de los poderosos dirigentes del balompié.
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