Juan
Carlos Osorio fue presentado como entrenador de la Selección de Futbol de
México el 14 de octubre de 2015 y comenzó una racha de resultados positivos que
logró sumar 10 partidos sin derrota, 9 victorias y 1 empate, pero que fue
truncada de fea forma con una goliza ante Chile en la Copa América Centenario
el 18 de junio de 2016.
A partir
de junio del 2016, sumó de nueva cuenta 8 victorias y ahora 2 empates para
luego sucumbir en un amistoso por 2 tantos contra 0 ante Croacia en Los
Ángeles. México volvió a hilar victorias y empates hasta chocar con Alemania en
los cuartos de final de la Copa FIFA Confederaciones Rusia 2017, ante la que
cayó por 4 tantos contra 1 para luego volver a perder en el partido por el
tercer y cuarto lugar, ante Portugal.
De nueva
cuenta, el Tri volvió a hilvanar una racha de resultados positivos hasta
toparse el fin de semana pasado con Jamaica, ante la que cayó derrotado por 1
gol contra 0.
En
números, Osorio ha dirigido a México en 34 partidos de los cuales ha ganado 23,
empatado 6 y perdido en 5 ocasiones. Un 73% de efectividad no puede ser
considerado malo. Los problemas se presentan al analizar las formas. Bajo el
mando de Osorio, el Tri ha sacado resultados apurados jugando mal en la mayoría
de las veces.
Tanto en
la Copa América Centenario, como en la Copa FIFA Confederaciones Rusia 2017, la
Copa Oro 2017 y la propia Clasificación para la Copa del Mundo, México ha
mostrado serias carencias bien identificables: falta de solidez en la defensa,
balones perdidos incluso en jugadas simples, pésima coordinación entre líneas,
errores de oficio de un sin número de jugadores y, por si fuera poco, falta de
profundidad y volumen de juego.
El
problema principal de Juan Carlos Osorio ha sido la falta de objetividad y
autocrítica al analizar el cómo se obtienen los puntos conquistados. El actual
técnico del conjunto tricolor suele estallar en júbilo ante una victoria pero
ha sido, hasta ahora, incapaz de analizar sus propios errores. El método de
rotaciones forzosas ha sido muy polémico y, para muchos especialistas, es la
principal causa por la que la Selección Mexicana ha sido incapaz de mejorar su
nivel de juego.
Un equipo
de futbol puede ganar, perder o empatar, pero es primordial hacer una análisis
objetivo de cada partido para poder aprender y mejorar. Si no se lleva a cabo
dicho análisis, difícilmente se podrán llevar a cabo los ajustes requeridos
para mejorar el nivel de juego.
La
derrota sufrida ante Jamaica anoche duele, pero duele más ver que nuevamente se
están formando dos bloques: los que quieren fuera a Osorio sin miramientos y
los que desean que se mantenga a cualquier precio. El eco de la derrota podrá
seguir retumbando en nuestros oídos pero si no se lleva a cabo un ejercicio
ecuánime, imparcial y propositivo, no se aprenderá nada y seguiremos cometiendo
los mismos errores.
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