La
Selección de Futbol de Portugal doblegó en tiempos extra a su similar de México
por 2 goles contra 1 luego de haber empatado a un gol por bando en el tiempo
regular, para quedarse con el trofeo al tercer lugar de la Copa FIFA
Confederaciones Rusia 2017.
Fernando
Santos y Juan Carlos Osorio buscaron configurar a sus equipos en busca del
triunfo y desde el inicio dejaron en claro que querían quedarse con el trofeo.
Portugal se plantó con la formación acostumbrada, Santos sustituyó algunas
piezas estratégicamente pero tuvo el cuidado de mantener la base de su equipo.
Juan
Carlos Osorio, para variar y no perder la costumbre, hizo todo tipo de
movimientos y esta vez mandó al terreno de juego una formación con 4 defensas,
3 medios y 3 delanteros. Guillermo Ochoa volvió a encargarse de la portería
pero ahora la defensa estuvo conformada por Moreno y Araujo en la central, Luis
Reyes en la lateral izquierda y Miguel Layún en la lateral derecha. Rafael
Márquez sorprendió al aparecer como medio de contención, con Héctor Herrera y
Andrés Guardado a cargo del enlace con la delantera. Adelante, Chicharito,
Oribe Peralta y Carlos Vela.
La simple
presencia de Vela en el ataque le dio otra cara a México. Los cortes,
movimientos diagonales y, sobre todo, su inteligencia para mandar peligrosos
trazos buscando a Chicharito le dio mucha mayor profundidad a México pero ahora
el agujero estaba en la media cancha donde rápidamente quedó de manifiesto que
Rafael Márquez ya no tiene la velocidad ni la reacción y mucho menos la
movilidad que es demandada en un duelo de alto nivel, por más que su
experiencia y mentalidad le ayuden.
Fernando
Santos apostó por el medio campo y Juan Carlos Osorio sin querer se lo entregó.
Cuando corría el 16', Rafael Márquez llegó tarde para intentar impedir un
remate en el área mexicana y cometió un claro penal que, para fortuna del
conjunto tricolor, Guillermo Ochoa logró rechazar en una excelente estirada al
disparo de André Silva.
Para la
segunda parte, cuando ya corría el 54', Chicharito tomó un balón por la banda
izquierda y sorprendió al defensa con una buena gambeta para llegar a línea de
fondo, internarse en el área y mandar un centro candente en busca de Carlos
Vela quien rebanó el balón y, para su buena fortuna, éste fue a dar en la
humanidad de Luis Neto quien, sin quererlo, terminó por anidar el esférico en
el fondo de su propia meta para el 0-1.
México
poco a poco volvió a ceder la iniciativa a Portugal y sobrellevó los últimos
minutos del encuentro buscando más bien que transcurriera el tiempo en lugar de
finiquitarlo y en el pecado llevó la penitencia ya que, cuando corría el tiempo
de compensación, Pepe se adelantó a Layún en el corazón del área para cabecear
un largo centro de Ricardo Quaresma para convertir el 1-1 que mandaba el
partido a tiempos extra.
Miguel
Layún volvió a cometer un grave error, esta vez al cometer mano en una jugada
en el área, por lo que el árbitro no dudó en decretar la pena máxima que, esta
ves sí fue convertida por Portugal, por medio de Adrien Silva con un disparo
hacia la izquierda del arquero mexicano.
México
buscó afanosamente el empate pero Osorio ya había retirado a Chicharito del
terreno de juego y Jiménez simplemente no supo cómo hacer daño y, por si fuera
poco, salió expulsado muy pronto por acumulación de tarjetas. El silbante antes
había expulsado a un portugués por una falta en el medio campo.
Pese a la
derrota, la FIFA entregó el reconocimiento al Jugador Budweiser del Partido a
Guillermo Ochoa quien, con excelentes lances, permitió que el tricolor se
mantuviera vivo en el encuentro. Tras la derrota, Osorio insultó a los árbitros
que se negaron a revisar en el VAR una jugada en la que se apreciaba una pena
máxima a favor de México y que hubiera significado el empate pero la realidad
fue que Portugal fue superior y mereció el tercer puesto de la justa.
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