Juan
Carlos Osorio vive momentos difíciles. La presión sobre su gestión va en
aumento y son cada vez más los que piden su salida. Si bien el técnico
colombiano ha logrado que el Tri camine sobre aguas tranquilas en el Hexagonal
Final de la CONCACAF rumbo a Rusia 2018, las malas actuaciones del equipo en
partidos clave y la terquedad del cafetalero sobre su sistema de rotaciones, lo
ha puesto en una situación muy incómoda.
Estadísticamente,
hay poco que reprocharle. Una revisión ligera sobre los puntos cosechados por
México bajo la dirección técnica de Juan Carlos Osorio deja en claro que el
objetivo principal para el que fue contratado se está cumpliendo cabalmente.
Sin embargo, si se hace escarba un poco más y se analizan los detalles, se
pueden observar algunas situaciones alarmantes.
La
Selección de México se ha venido abajo en partidos clave y si bien la
clasificación al mundial puede verse al alcance de la mano, el pobre desempeño
del equipo hace temer lo peor y mucha gente ya ha perdido la paciencia.
Osorio es
un técnico estudioso, que aplica un método innovador, lo cual nadie le discute.
Sin embargo, parte de su estrategia incluye un sistema de rotaciones que obliga
al equipo a alternar alineaciones y a los jugadores a ocupar lugares distintos
a los que acostumbran en sus equipos, lo cual ha derivado en un serio problema
de inconsistencia que simplemente no ha mejorado con el tiempo.
México
sigue presentando las mismas carencias que se le han visto desde el inicio de
la era Osorio y el equipo no parece poder mejorar en gran parte porque nunca
juegan los mismos y muchas veces, los que juegan, lo hacen en zonas y con
funciones desconocidas para ellos mismos.
Bajo el
timón de Juan Carlos Osorio, el Tri ha sido capaz de solventar apretadamente
partidos que se esperaba que pudiera superar con mayor facilidad, pero ha caído
en los encuentros más importantes y lo ha hecho de muy fea forma, lo cual no
sólo ha encendido las alarmas sino que ya ha colmado la paciencia de la afición
y los medios de comunicación.
Para
colmo de males, la postura asumida por el estratega no ha ayudado en nada y los
resultados siguen empeorando, lo cual ha derivado en un aumento de la presión y
el cuerpo técnico del conjunto tricolor recibe insultos de todo tipo por parte
de los aficionados que se cruzan en su camino, lo cual hará cada vez más
difícil que puedan ejercer debidamente sus funciones.
La
Federación Mexicana de Futbol ha dejado en claro una y otra vez que Osorio
cuenta con su apoyo incondicional y que respaldan sus métodos, incluyendo las
rotaciones, por lo que no se vislumbra ningún atisbo de análisis que permita un
verdadero crecimiento de la selección.
La mejor
salida será siempre una planeación estratégica que permita por un lado
establecer debidamente la situación actual del equipo, sus fortalezas,
debilidades, oportunidades y amenazas para corregir errores y mejorar sus
posibilidades hacia el futuro.
Por lo
pronto, los medios de comunicación atacan fuertemente al actual técnico y
calientan a la afición mientras la Federación dice respaldarlo y busca seguir
adelante con el proyecto.
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