La
Selección Nacional de Alemania no tuvo piedad con México y exhibió sus
carencias defensivas para derrotarlo cómodamente por 4 goles contra 1 en la
semifinal de la Copa FIFA Confederaciones Rusia 2017 y acceder a la gran final
en la que se enfrentará nuevamente a Chile con quien empató a 1 gol por bando
en la primera ronda.
Como se
había pronosticado, Alemania saltó al terreno de juego con el 1-3-4-2-1 que
había estado utilizando a lo largo del torneo, para lo que Juan Carlos Osorio
respondió con un 1-4-2-3-1 que incluía a Ochoa en la portería, Alanís, Moreno,
Araujo y Layún en la defensa, Héctor Herrera y Jona dos Santos en la
contención, Aquino, Gio dos Santos y Raúl Jiménez como enganches y Chicharito
en el eje del ataque.
Alemania
no tardó en encontrar el camino hacia la puerta mexicana y cuando apenas corría
el 6', Goretzka aprovechó un pase filtrado para superar a la defensa mexicana y
vencer a Ochoa con un tiro cruzado que se introdujo en la porería pegado al
poste. Para colmo de males, al 8', Goretzka, en una jugada muy similar, volvió
a aprovechar un pase filtrado para superar a la defensa tricolor y, de paso a
Ochoa, con otro tiro cruzado para poner el marcador 2-0.
La
fragilidad de la defensa mexicana había sido expuesta con magistral sencillez y
Alemania decidió bajarle a las revoluciones y no arriesgar de más, por lo que
cedió el balón a México que avanzaba sin problemas hasta tres cuartos de cancha
para estrellarse en el último tramo con el muro defensivo teutón que, bien
parado atrás, los esperaba para resolver sin mayores aspavientos los intentos
del conjunto tricolor para hacerles daño.
Alemania
tenía menos tiempo en su poder el esférico pero era claro que el planteamiento
mexicano era ineficaz ante los despliegues ofensivos alemanes. México intentó
pelear en el medio campo pero Alemania no se interesó, avanzaba con velocidad
en base a sus largos acostumbrados pases largos y rompía una y otra vez al
aparato defensivo mexicano, con facilidad y dando la apariencia de no requerir
mayores esfuerzos.
México no
bajó los brazos y se mantuvo en pie de guerra. Tomó la iniciativa y buscó
afanosamente la portería rival, generando opciones para Chicharito y Jiménez
que trataban de horadar la meta contraria de diferentes formas pero apareció la
figura de Ter Stegen que se erigió como una gran muralla y sofocó los intentos
de rebelión.
Para la
segunda parte, Osorio decidió prescindir de Javier Aquino que había sido uno de
los jugadores mexicanos más activos en la primera mitad, y mandó al terreno de
juego a Hirving Lozano, un cambio hombre por hombre que buscaba darle mayor
poder ofensivo a México pero que no resultó.
Timo
Werner puso el 3-0 a favor de Alemania al rematar desde el borde del área chica
cuando estaba solo, luego de que Jonas Hector le asistiera con un toque suave y
casi caminando. La defensiva mexicana había sido superada y exhibida
nuevamente. Su ineficacia ante los pases filtrados alemanes había vuelto a
quedar de manifiesto.
Osorio
echó mano de Marco Fabián y Rafael Márquez en un intento desesperado de que
reaccionara su equipo y, si bien México logró acercarse 3-1 al 89' por medio de
un soberbio golazo de Marco Fabián, Alemania volvió a calmar las aguas
rápidamente con el 4-1 anotado por Amin Younes que remachaba el partido.
Esta
versión de Alemania doblegó con facilidad a México aplicando las bases del
futbol. Movimientos rápidos sin balón, toques al espacio libre, pases filtrados
con ventaja para el atacante y excelente control del balón. México no supo cómo
pararse y el nuevo experimento de Juan Carlos Osorio volvió a fracasar ante el
primer reto importante que se le presentó, dejando en claro que tendrá que
trabajar muy fuerte si realmente desea trascender.