Desde el
momento en el que la Federación Mexicana de Futbol nombró a Juan Carlos Osorio
como director técnico de la Selección Nacional de México, la polémica comenzó a
rondar el por qué. Si bien el técnico colombiano tenía un buen currículum y
había recibido críticas positivas de la mayoría de la gente que lo había visto
trabajar, no tenía nada espectacular y mucho menos títulos que lo respaldaran.
La prensa
en México se dividió, por un lado los que alababan a un técnico visionario con
métodos novedosos y por el otro los que abundaban en su falta de méritos para
tomar las riendas del complicado equipo tricolor.
Juan
Carlos Osorio es una persona que aparenta una enorme calma pero también ya ha
demostrado que es capaz de explotar. Toma anotaciones obsesivamente en una
libreta en la cual apunta con pluma azul la mayoría de las cosas (no tienen que
ser buenas ni malas, sino simplemente observaciones) y con un bolígrafo rojo
las que quiere resaltar. No importa si el partido está en curso, si surge algo
que considera importante, lo apunta en su libreta en ese instante.
Osorio
trabajó en la Premier League donde fungió primero como preparador físico del
Manchester City, para luego ser promovido a Auxiliar Técnico. Osorio voló
entonces a Colombia para vestirse de millonario y a Estados Unidos para
enfundarse en el uniforme de Chicago Fire y de New York Red Bulls para luego
regresar felizmente a Sudamérica y dirigir a Once Caldas donde conquistó su
primer título como director técnico.
En 2012
llegó a Puebla para dirigir a los de la franja pero no le fue bien y en 11
duelos, únicamente pudo conquistar 2 victorias por 2 empates y 7 derrotas, lo
que ocasionó su pronta salida de la institución. Ese mismo año fichó con el Atlético Nacional
de Medellín, de su natal Colombia, y quedó campeón de la Superliga y de la Copa
de Colombia. El Atlético Nacional se coronó nuevamente al año siguiente, por lo
que Osorio alzó tres títulos en un solo año gracias a su dedicación y esmero.
Osorio ha tenido sus mejores números con el Atlético Nacional, donde trabajó
del 2012 al 2015.
Sus
excelentes números llamaron pronto la atención del Sao Paolo que lo contrató
por dos temporadas pero, tras 28 partidos al frente del club, Osorio lo
abandonó para tomar las riendas de México.
Con el
Tri, Osorio tiene una muy alta efectividad hasta el momento. En 27 partidos ha
sufrido únicamente 2 derrotas, una en partido oficial, ante Chile por 7 goles
contra 0, y la otra en un amistoso, ante Croacia por 2 tantos contra 1.
Si se
analizan los números puros, la estadística está a favor de Osorio, pero cuando
se sumerge uno en sus formas, comienzan a surgir las dudas. Antes que nada, hay
que recalcar que en sus 27 partidos previos, jamás a repetido una alineación
inicial. En ocasiones suele rotar a 9 jugadores con respecto al partido
anterior. De 27 encuentros, el Tri bajo su mando ha ganado 20, empatado 5 y
perdido 2.
Osorio
suele ocupar gente fuera de su posición habitual. Es común ver defensas
centrales corriendo por la banda o medios ofensivos en la contención. Incluso
ha utilizado a Chicharito como extremo o a Oribe Peralta como medio ofensivo.
Cambia incluso de porteros.
Para Juan
Carlos Osorio, las rotaciones son muy importantes ya que "aparte de darle
la oportunidad e implicar a todos, también los responsabiliza", lo cual,
el técnico colombiano considera clave.
Ahora el
Tri de Osorio tendrá que verse las caras con la joven y novedosa selección B de
Alemania dirigida por Joachim Löw, un duelo que sin duda pondrá a prueba
nuevamente el funcionamiento del seleccionado mexicano que ha sufrido en cuanto
a solidez defensiva y coordinación entre líneas. ¿Será México capaz de sortear
esta nueva prueba de fuego?
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