La Selección de
México venció por la mínima diferencia a su similar de Bolivia en un partido de
muy baja calidad en el que bien pudieron haber empatado.
El conjunto tricolor
dominó ampliamente el partido, con un 51% de posesión de balón, ya que los
sudamericanos salieron al terreno de juego más preocupados por no recibir otra
goleada que por cualquier otra cosa pero ante la ineficiencia del ataque mexicano,
fueron tomando confianza y al final estuvieron a punto de empatar el cotejo en
una jugada algo fortuita.
México se lanzó al
frente con ganas de agradar desde el inicio y Bolivia prefirió esperar. En el
arranque, el dominio tricolor llegó a ser tal que los bolivianos se vieron
encerrados en su área por un corto lapso y todo apuntaba a un mejor resultado
pero las fallas se fueron sucediendo y el impulso inicial se fue perdiendo poco
a poco.
Erick Torres salió
en el eje del ataque mexicano junto con Javier Chuletita Orozco y ambos
mostraron buena movilidad y generaron peligro pero fallaron todas las
oportunidades y fue precisamente en una de estas fallas cuando Miguel Layún
aprovechó el rechace del portero para anotar el único gol del partido al 18'.
México aprovechó la
debilidad de la defensa boliviana para asediar su área y puso a trabajar a
Daniel Vaca pero éste respondió y rechazó todo lo que iba hacia su portería
para mantener a su equipo en el partido. Javier Aquino se convirtió en el
principal motor de la media cancha tricolor y abasteció de buenos balones a sus
delanteros pero el impulso se fue diluyendo ante las fallas y el partido se fue
apagando.
Para la segunda
parte, Bolivia se fue soltando y poco a poco se fue acercando a la portería
defendida por Moisés Muñoz. Ante esto, Miguel Herrera comenzó a echar mano de
sus estrellas con la intención de revivir al Tri. Al 62' entró Oribe Peralta en
sustitución de Orozco que, de nueva cuenta, había dejado ir muy buenas
oportunidades ante la portería contraria. Al 68' entró Andrés Guardado en
sustitución de Marco Fabián quién mostró que su habilidad sigue intacta pero
pecó de egoísta en más de una ocasión buscando su gol.
Guardado mandó un
potente fogonazo desde fuera del área que se estrelló en el poste de la
portería boliviana y despertó a más de uno en la tribuna que había sido presa
del aburrimiento. México no mejoraba mucho y Bolivia seguía perdiéndole el
respeto, por lo que el Piojo tuvo que recurrir a Héctor Herrera, quién se ha
mostrado como el mejor hombre en el medio campo en los últimos tiempos, con la
finalidad de retomar el control del partido pero las imprecisiones continuaban
y Bolivia aprovechaba cada regalo tricolor hasta que, en los minutos finales,
en un rebote, un delantero del conjunto sudamericano recentró estando de
espaldas a la portería y Ronald Eguino cabeceó solo en el área chica pero su
remate se estrelló en el poste de la portería tricolor y no pasó del susto.
Los últimos minutos
transcurrieron sin novedad y llenos de imprecisiones, por lo que México logró
un poco convincente triunfo ante Bolivia en Denver, Colorado.
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