El Atlético de
Madrid ha dejado atrás aquellos años en los que era la víctima perfecta del
Real Madrid en el Santiago Bernabéu para ligar victorias en el mítico estadio
al derrotar en esta ocasión por 2 tantos contra 1 a los Merengues.
Sin importar cuántos
cambios hayan realizado, los colchoneros siguen jugando con la misma intensidad
desde la llegada de Simeone al timón y ahora acompañan ese buen desempeño
defensivo con agresividad al frente y son mucho más peligrosos mientras que Ancelotti
sigue sin encontrar el norte con la nueva plantilla merengue y sigue en busca
de la conjunción de sus estrellas.
El Atlético fue un
equipo en todo lo ancho del terreno de juego. Todos los colchoneros se pusieron
a trabajar e hicieron su parte para complicarle la vida a los merengues que,
mientras tanto, confiaron su suerte a Cristiano Ronaldo que fue un verdadero dolor
de cabeza en todo el primer tiempo y puso en jaque en muchas ocasiones a la
defensiva visitante pero se cansó y para la segunda parte bajó la intensidad.
Si bien Mandzukic
pasó desapercibido, sus compañeros fueron empujando al Madrid hacia su propia
puerta y, en un descuido defensivo, una mala marca de Benzema en un tiro de
esquina, Tiago se adelantó para marcar el 0-1 al 10'. La respuesta merengue
tardó en gestarse pues tanto Benzema como Bale y James desperdiciaron buenas
oportunidades generadas por Cristiano Ronaldo que se había echado al equipo en
hombros y se había convertido en una pesadilla para la defensiva colchonera y
cuando corría el 26', fue trabado dentro del área por un defensa y el árbitro
no dudó en marcar la pena máxima que el propio Cristiano convirtió en gol para
poner el marcador 1-1.
El Real Madrid se
fue asentando mejor y comenzó a hostigar la portería colchonera sobre todo por
conducto de Cristiano quien volaba una y otra vez por la banda derecha
generando buenas opciones de gol que, sin embargo, sus compañeros no supieron
aprovechar durante la primera mitad y en la segunda, el ariete portugués se
cansó y la defensa colchonera se escalonó para frenarlo.
Simeone hizo
movimientos muy acertados: hizo ingresar a Turan por Gabi al 60 y a Griezmann
por Jiménez al 63'. El Atlético retomó el control del partido y volvió a buscar
la portería merengue con insistencia y, cuando corría el 76', precisamente
Turan aprovechó un magnífico pase retrasado y una pantalla para mandar un
potente fogonazo raso que se fue a incrustar junto al poste de la portería de
Iker Casillas para el 1-2.
Ancelotti, que ya
había realizado dos cambios para cuando cayó el segundo gol del Atlético, no
tuvo armas para responder y su equipo no tuvo el peso específico suficiente
para emparejar de nuevo los cartones ante un visitante que supo plantarse en el
Santiago Bernabéu y dejar atrás todas aquellas añejas malas sensaciones que los
habían convertido en unas de las víctimas predilectas de los Merengues a los
que ahora se van acostumbrando a derribar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario