El Athletic de
Bilbao conquistó la Supercopa de España con un empate en el Camp Nou ante el
Barcelona que tomó con total seriedad el partido y fue en busca de la milagrosa
remontada pero se quedó muy corto. El Athletic conquistó la Supercopa después
de más de 30 años, dándole una gran satisfacción a su público.
Luis Enrique no se
guardó nada y utilizó a sus mejores hombres, salvo a Neymar, quien no salió ni
a la banca, con su acostumbrado 4-3-3, utilizando en el centro de la delantera
a Suárez, Messi por derecha y Pedro por la izquierda. La media cancha era comandada
por Busquets, quien fue flanqueado por Iniesta y Rakitic, en la defensa central
estuvieron Piqué y Mascherano y en las laterales Mathieu y Alves. Los
titulares.
Ernesto Valverde,
por su parte, apostó por un 4-2-3-1 que hizo muy solvente atrás al Athletic que
no tuvo que pasar grandes apuros a la hora de defenderse y, con rápidos y
hábiles desdoblamientos, muy peligroso en el contragolpe.
El Barcelona estuvo
mucho más atento en el Camp Nou que en San Mamés y su juego fue más fluido pero
de cualquier forma vivió las de Caín con la fuerte presión ejercida por el
Athletic que disputó cada balón desde el momento en el que los blaugrana intentaban
salir. La presión fue ejercida estratégicamente y atacaba al Barcelona desde su
salida, incomodándolo y obligándolo a trastabillar una y otra vez.
Piqué mandó un
importante aviso al estrellar un balón en el larguero pero la defensa del
equipo bilbaíno ajustó rápidamente las tuercas y volvió a ejercer la presión
incómoda sobre todos los jugadores del Barcelona, por lo que las jugadas de gol
escasearon en la primera parte y no fue sino hasta el 44' cuando una bellísima
jugada iniciada por Mascherano quien condujo inteligentemente en la media
cancha y sirvió para Rakitic que entró al área y mandó un centro suave y
preciso para Suárez que, con el pecho, tocó a Messi quien la paró, se acomodó y
mandó un pase suave y preciso a la red para vencer a Gorka y anotar el 1-0.
Los azulgrana
saltaron al terreno de juego y con determinación buscaron un tanto más pero se
estrellaron una y otra vez con un equipo rojiblanco que estuvo muy bien
concentrado y practicó una defensa escalonada que imposibilitaba el tránsito
hacia su área. El Athletic fue valiente con la presión desde la salida y muy
inteligente a la hora de defenderse y cubrir los espacios, negándole al
Barcelona la tranquilidad que requería para fabricar sus jugadas como
acostumbra y esto provocó que algunos jugadores, entre los que sin duda está
Piqué, perdieran la calma y se salieran de sus casillas.
Gerard Piqué fue
expulsado al 56' luego de encarar e insultar al abanderado al reclamarle una
marcación. El campeón estaba herido y el Athletic lo supo aprovechar cabalmente
y, con la fiereza con la que encaró el partido, continuó complicando el
traslado del esférico para el Barcelona que pareció rendirse.
Luis Enrique intentó
dar un golpe de timón para que reaccionara su equipo e hizo ingresar a Sandro
por Rakitic y a Munir por Pedro al 68' pero al 74' el Athletic sentenció el
encuentro con un largo despeje desde la media cancha que tomó mal parada a la defensiva
del Barcelona y De Marcos cabeceó hacia el centro, donde se encontraba solo
Aduriz quien encaró a Bravo y mandó un tiro raso que el arquero logró rebotar y
el atacante rojiblanco remató para anotar el 1-1 y darle al Athletic el ansiado
trofeo.
El Barcelona siguió
intentándolo pero ya no había resto físico, ánimos ni tiempo para una remontada
épica y terminó bajando los brazos ante un Athletic que dignamente se proclamó
campeón de la Supercopa de España.
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