El Real
Madrid logró imponerse al Bayern de Múnich para avanzar, con una buena dosis de
sufrimiento, a su séptima semifinal consecutiva en la UEFA Champions League en
un partido cardiaco en el que los dos gigantes merecieron la victoria.
El
partido de ida celebrado en Múnich había sido electrizante y la vuelta prometía
un choque de trenes, con dos protagonistas históricos del máximo torneo
continental y ambos equipos cumplieron con creces las expectativas. El triunfo
coqueteó con ambos cuadros pero terminó inclinándose por los merengues que
definieron la batalla en tiempos extra y con decisiones polémicas del cuerpo
arbitral.
Zinédine
Zidane apostó por su clásico 4-3-3 con Navas, Ramos, Nacho, Marcelo y Carvajal
en la defensa, Kroos, Casemiro y Modrić en la media cancha y Ronaldo, Benzema e
Isco en la delantera. Sin sorpresas en la alineación madridista.
Carlo
Ancelotti, fiel a su costumbre, apostó por su gente de confianza, sin importar
que dos de sus pilares se encontraran "tocados". Neuer,
indiscutiblemente una muralla en la portería, Boateng y Hummels en la defensa
central pese a haber tenido que entrenar por separado del grupo, Lahm y Alaba
en las laterales, Thiago, Xavi Alonso y Vidal en la media cancha, Ribéry y
Robben en los extremos y Lewandowski en el eje del ataque. La armada alemana
presentaba armas y mostraba una cara muy ofensiva.
El Bayern
no se tomó tiempo para estudiar nada y se lanzó con todo al frente desde el
inicio. Los primeros 15 minutos fueron ampliamente dominados por los teutones
que abrieron el campo con Ribéry y Robben como principales protagonistas pero
con gran participación de Lahm, Thiago, Vidal, Xavi Alonso y, por supuesto, con
Lewandowski buscando un resquicio por donde colarse.
El primer
aviso fue claro, una escapada por la izquierda, un balón al área y Thiago
reventando un disparo desde el interior del área chica que fue rebotado por la
oportuna barrida de un defensa. Corría el 9' y el Real Madrid ya llevaba un
buen susto. Marcelo, que tuvo una gran actuación tanto en la defensa como en el
ataque, salvaba a su equipo de una anotación que parecía inminente.
El acoso
del equipo visitante sobre el área defendida por los blancos fue agobiante. Los
merengues tardaron 15 minutos en sacudirse la presión, pero cuando lo hicieron,
de inmediatamente pusieron a trabajar a Neuer quien, para variar y no perder la
costumbre, respondió perfectamente.
Carvajal
controló un balón a tres cuartos de cancha y mandó un excelente disparo que fue
ligeramente desviado por Neuer para lo que parecía un claro tiro de esquina
pero el árbitro no lo consideró así y marcó saque de meta. El Madrid ya se
había hecho del balón y dejaba en claro que sería una batalla a matar o morir
la que se disputaría en el Santiago Bernabéu.
Las
incorporaciones de Marcelo por la banda izquierda y de Carvajal por la derecha,
le daban intensidad y mucho peligro a las incursiones del equipo albo. Ambos
laterales cumplieron con sus qué hacer defensivo y no dudaban en incorporarse
al ataque en cada oportunidad. El ir y venir constante de ambos le ayudaba al
Madrid a abrir el campo y le complicaba mucho el trabajo a la pareja de
centrales, Boateng y Hummels, del Bayern, que también hicieron un gran trabajo.
Al 28',
Sergio Ramos tuvo una inmejorable oportunidad de abrir el marcador pero su
disparo fue rechazado por Neuer en una jugada nacida por la derecha en la que
Carvajal se escapó hasta la línea de fondo. Al 34', en otra oportunidad
generada por la incorporación de Carvajal, Kroos mandó un fuerte disparo por
encima del marco visitante. Al 43', Marcelo cedió para Cristiano que también
voló su disparo. Si el Bayern había dominado al inicio, el Real Madrid cerraba
de mejor forma y ambos equipos se iban al descanso dejando en claro que el
partido se disputaba con artillería de alto poder y sobre un terreno sembrado
de pólvora.
El
segundo lapso comenzó de forma trepidante, con dos equipos buscando un gol que
les acercara a la victoria. Dos conjuntos bien plantados, ordenados y
catapultados hacia el frente por dos estrategas que confiaban en su gente.
Zidane hizo una modificación en el parado de su equipo y movió a Isco hacia la
media cancha y moviéndolo más como extremo izquierdo, trasladando a Kroos más
al centro.
El ir y
venir de ambos cuadros a las áreas contrarias en busca del gol hizo que el
partido se viviera a un ritmo vertiginoso, con jugadas de peligro en ambos
marcos aunque con más participación de Neuer que de Navas.
Al 51',
Robben incursionó por la izquierda, tomó el balón y quebró hacia el área y, en
cuanto sintió a Casemiro, se lanzó de clavado para impresionar al árbitro que
le compró la actuación y de inmediato marcó penal. Al 53', Lewandowski lo
convirtió en gol con un potente disparo.
El Bayern
sabía que tenía al rival herido y, fiel a su costumbre, se lanzó con todo al
ataque para rematarlo. Robben, esta vez por la derecha, hizo una gran jugada
quebrando hacia el centro y cediendo un gran balón para Vidal que mandó su
disparo por encima de la portería defendida por Navas en una enorme
aproximación de gol. Robben cabeceó en el área unos instantes más tarde y el
balón superó a Navas pero fue sacado literalmente de la línea por Marcelo quien
salvó a su equipo de una nueva anotación.
Ribéry y
Robben hacían de las suyas y enloquecían a la zaga madridista con sus
incursiones pero el Bayern no lograba ampliar la ventaja y el Real Madrid
también creaba peligro al contraatacar. Por un lado Nacho tenía que esforzarse
para adelantarse a Lewandowski y cortar el peligro y por el otro Hummels se
lucía sofocando contragolpes merengues y ayudaba a Neuer a mantener su marco en
blanco.
Zidane
mandó a Marco Asensio al terreno de juego al 64' y a Lucas Vázquez al 71',
considerando que Benzema e Isco ya habían cumplido con su comentido y
refrescando la línea ofensiva.
Ancelotti
respondió con una apuesta arriesgada. Sacó a Xavi Alonso de la media cancha y
mandó a Müller para reforzar el ataque al 75'. El ariete se plantó justo detrás
de Lewandowski y buscaba sumar unidades al frente. La respuesta del Real Madrid
fue directa y contundente. Casemiro ganó un balón a tres cuartos de cancha y
sirvió un pase flotado para Cristiano Ronaldo que le ganó la espalda a Boateng
y cabeceó magníficamente para poner el marcador 1-1.
El Bayern
volvió inmediatamente a la carga y en la primera jugada puso el esférico en el
área merengue con un largo centro que parecía controlado entre los centrales
madridistas pero que, lamentablemente para su causa, Sergio Ramos terminó
empujándolo al fondo de su propia portería para poner el marcador 1-2 cuando
corría el 77'. Müller había bajado el balón con el pecho buscando conectar con
Lewandowski pero Ramos se adelantó y tocó el esférico que se coló
irremediablemente hasta el fondo de su propia meta.
La banda
izquierda del Real Madrid cobró mayor protagonismo. Marcelo y Asensio, por la
izquierda, y Lucas Vázquez y Carvajal, por la derecha, bombardeaban el área con
balones cargados de peligro pero Neuer se erigía como una muralla impidiendo
que el Real Madrid anotara.
Con el
partido en un ir y venir vertiginoso y jugadas de peligro en ambas áreas,
Arturo Vidal se hizo expulsar al 84'. Vidal, siempre pundonoroso, luchador
incansable, había sido amonestado en los albores del partido en una jugada que
bien hubiera podido ser roja y le habían perdonado la expulsión en otras dos en
las que había jugado al filo de la navaja pero el árbitro ya no perdonó cuando
se barrió a destiempo y cortó un contragolpe de Marco Asensio por la banda
izquierda. En la repetición se pudo observar que Vidal sí toca el balón, por lo
que la decisión del árbitro resultó equivocada.
El
partido se escurrió hasta los tiempos extra. El Real Madrid tenía un hombre más
y Cristiano Ronaldo no tardó en lanzar un fuerte fogonazo sobre la portería
visitante, obligando a Neuer a emplearse a fondo para rechazar el esférico. Los
avisos del conjunto merengue se fueron sucediendo pero los contragolpes del
Bayern también llevaban una buena dosis de peligro y el público vivía al filo
de la butaca.
Vázquez y
Asensio se asociaban dejando en claro que la decisión de Zidane de confiar en
ellos había sido muy atinada. Corría el 104' cuando en una jugada en la que el
Real Madrid le había estado dando la vuelta al campo en busca de una
cuarteadura y el balón le cayó a Ramos que controló y mandó un magnífico centro
buscando a Cristiano Ronaldo, que se encontraba en fuera de lugar, controló,
giró y puso el marcador 2-2 con su anotación 101 en la competencia.
Al 109',
Marcelo tomó el balón en el medio campo y escapó sembrando contrarios hasta
meterse al área visitante para ceder a Cristiano, que nuevamente se encontraba
en fuera de lugar, para que este controlara tranquilamente y empujara el
esférico al fondo de la portería para el 3-2 que le daba por fin la vuelta al
partido.
Al 112',
Asensio robó un balón en el madio campo y también se escapó hasta colarse al
área pese a los esfuerzos de Hummels y, con un disparo cruzado, venció a Neuer
para poner el marcador final 4-2 y darle el pase al Real Madrid que fue capaz
de superar una buena dosis de sufrimiento para terminar imponiéndose al Bayern
de Múnich en una trepidante llave de Cuartos de Final de la UEFA Champions
League.