Luego del
3-0 en la ida, el Barcelona estaba obligado a otra remontada histórica para
avanzar en la UEFA Champions League pero se topó con una bien ordenada Juventus
que le cerró los espacios y permitió muy pocas oportunidades reales de gol. Los
catalanes se estrellaron una y otra vez ante la muralla presentada por la
Juventus y no pudieron pasar del 0-0 en el Camp Nou, por lo que el equipo de
Turín avanza a semifinales del máximo torneo continental.
La pesada
losa que significó el 3-0 en contra en el Juventus Stadium terminó siendo
definitiva para un Barcelona que cayó con la cara al sol y luchando pero fue
incapaz de resolver el acertijo presentado por Allegri que supo plantar a su
equipo para amarrar en cero goles durante 180 minutos a uno de los conjuntos
más poderosos del orbe.
Luis
Enrique volvió al 4-3-3 pero ni así pudo revolucionar al Barcelona. En la
portería estuvo ter Stegen, Piqué y Umtiti en la defensa central, Sergi Roberto
y Jordi Alba en las laterales, Rakitić, Busquets e Iniesta en la media cancha
y, adelante, el tridente conformado por Suárez, Messi y Neymar.
Massimiliano
Allegri mandó al terreno de juego un 4-2-3-1 y privilegió el orden colectivo
con un equipo que demostró tener la capacidad y el nervio para contener al
Barcelona y procurarse sus propias oportunidades al contragolpe. Buffon
protegió el arco del conjunto turinés, Alex Sandro, Chiellini, Bonucci y Alves
conformaron el primer muro defensivo, Pjanić y Khedira se adirieron como medios
de contención, Mario Mandzukić, Paulo Dybala y Juan Cuadrado en la media cancha
y, adelante, Gonzalo Higuaín.
La
Juventus sorprendió lanzándose hacia el frente tras el silbatazo inicial pero
en cuanto terminó la primera jugada, se parapetó en su propio campo y cerró
todos los espacios para impedir los avances del Barcelona en el último cuarto
del terreno de juego. El Barça aceptó la apuesta y buscó copar el área
visitante pero la bien plantada defensiva de la Juve no cedió jamás.
Ante la
cerrazón de la Vecchia Signora, tanto Neymar como Messi y Suárez optaron por
salir de sus posiciones en busca de acarrear balones y generar alguna opción de
gol pero el buen oficio defensivo de los campeones del Calcio imperó durante
los 90' y, pese al esfuerzo del conjunto local y al apoyo incondicional de la
afición en el Camp Nou, no fueron capaces de superar al buen oficio y el orden
defensivo se terminó imponiendo.
El
Barcelona poco a poco fue adelantando con mayor descaro las líneas y asumió
considerables riesgos que bien pudieron costarles algún gol. El Barcelona
atacaba con todo pero la Juventus respondía con contragolpes pero tanto Buffon
como ter Stegen supieron resolver todo lo que iba dirigido a gol.
Por el
Barça Iniesta tomó la batuta y junto con Busquets y Rakitić buscó empujar a sus
compañeros hacia el frente filtrando buenos balones pero ni Messi ni Neymar
salieron con la mira bien ajustada y la mayoría de los disparos que salieron de
sus botines no llevaban dirección de portería. Por la Juve, Khedira y Pjanić
supieron contener los avances blaugranas y catapultar a Cuadrado e Higuaín para
las contras mientras Chiellini y Bonucci se revolvían en el fondo y ayudaban a
Buffon a manterner la puerta inmaculada.
Conforme
fue avanzando el partido, el Barcelona fue cayendo en la desesperación y
apostando cada vez con mayor descaro hacia el frente, dejando cada vez mayores
agujeros en la retaguardia que permitían a la Juventus amenazar la portería de
ter Stegen con poderosos contragolpes que muy cerca estuvieron de poder
culminar.
Así las
cosas, el buen oficio defensivo, el magnífico orden táctico y el sacrificio
solidario de la Juventus se impuso sobre
un voluntarioso Barcelona que lo intentó una y otra vez pero terminó fracasando
en sus múltiples intentos de vulnerar la portería siempre bien defendida por
Gianluigi Buffon.
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