Dos
equipos configurados para luchar por el título se trabaron en un partido muy
poco atractivo y más bien aburrido, con escasas jugadas de futbol, con pocas
ganas de vencer y muchas preocupaciones por no perder, pero al fin y al cabo,
el América logró su cometido y derrotó por la mínima diferencia al Monterrey
para sumar tres valiosos puntos que le permiten escalar al 7o peldaño de la
clasificación y posarse, por primera vez en lo que va del Clausura 2017 en zona
de Liguilla.
En la
primera parte hubo realmente muy poca acción digna de mensionarse, Monterrey
dio un primer aviso con un fuerte disparo desde fuera del área que Marchesin
rechazó hacia un costado. Al 21', Cecilio Domínguez tuvo que abandonar el
terreno de juego por una lesión en un hombro, lo que fue una pésima noticia
para La Volpe y se suma al cúmulo de lesionados que tiene el América, y su
lugar fue ocupado por Michael Arroyo quien, casi de inmediato, hizo un gran
regate por la banda izquierda, desbordó a propios y extraños y se enfrentó al
arquero regiomontano, Hugo González, que rechazó su disparo a tiro de esquina.
Diego Lainez también hizo una bonita jugada individual por la banda derecha y
cerró hacia el centro pero su disparo fue fácilmente controlado por Hugo
González y no pasó a mayores.
Para la
segunda parte, Diego Lainez salió decidido a romper la mediocridad del
encuentro y emocionó a la tribuna convirtiendo la banda derecha en un carril de
ida y vuelta para lucir su futbol y sus enormes facultades. El nobel prospecto
azulcrema hizo lo que quiso por ese sector y fue el único en el terreno de
juego capaz de jugar al futbol por un buen lapso. Su alto desempeño contrastó
con compañeros y rivales que parecían empeñados en finiquitar el partido sin
goles.
Sin
embargo, el único tanto del encuentro no cayó tanto por los buenos oficios de
Lainez sino por una jugada fortuita, Diego desbordó por la derecha una vez más
y mandó un centro al área que se escurrió hasta Osmar Mares quien perfiló pero
prendió mal el esférico y mandó un machucón que cruzó por el área rayada, se
coló entre Hugo González y Nicolás Sánchez y terminó siendo controlado por
Oribe con el abdomen para luego simplemente empujar el balón al fondo de la
portería regiomontana para marcar el 1-0.
Ni tardo
ni perezoso, Ricardo La Volpe sacó del terreno de juego a Diego Lainez, su
mejor jugador del encuentro por mucho, para reforzar la media cancha con Javier
Güemez que tiene mucho mayor oficio defensivo. El movimiento del estratega
americanista, que antes presumía de ofensivo y arriesgado, cerró aún más el
partido y lo metió en la congeladora volviéndolo tedioso de nueva cuenta, pero
garantizando el triunfo azulcrema.
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