Es
difícil encontrar a dos equipos más comprometidos con la Copa del Rey que el
Barcelona y el Athletic. Los blaugrana son el club con más títulos en la
competición y han estado en semifinales en 9 de las últimas 10 ediciones. Los
culés llegan por 6a vez consecutiva a estas instancias y ya han conquistado 27
títulos de copa desde 1903. El Athletic, por su parte, es un club fundado en
1898 y ha conquistado en 23 ocasiones la Copa del Rey, por lo que se ubica en
el 2o puesto, únicamente detrás del Barcelona.
Luis Enrique es
sabedor de la historia y vaya que tomó en serio el asunto pues mandó al terreno
de juego a Messi, Suárez y Neymar de inicio, con lo cual no dejaba dudas sobre
sus intenciones pero de cualquier forma, el Athletic no se las hizo fácil y les
supo plantar cara adelantándose incluso en el marcador con un gol de Williams
al 11'.
La excelente
disciplina táctica del Athletic puso en jaque por un largo período al Barcelona
que apeló a la presión y al dinamismo de sus jugadores para mantenerse vivo en
el partido y tardó un buen rato en conquistar el empate por conducto de Luis
Suárez, quien al minuto 52 culminó una bonita jugada iniciada por Sergi Roberto
quien sirvió para Messi que se adelantó por la izquierda y mandó un pase raso
que llegó a Suárez luego de que un compañero suyo hubiera hecho una pantalla.
Un gran gol con el sello ya típico del conjunto azulgrana.
El partido era de un
ir y venir vertiginoso, pero fue Piqué el que rompió el equilibrio con un
cabezazo en el área chica a centro de Dani Alves quien había desbordado por la
banda derecha y se deshizo de su marcador en un forcejeo al borde del área.
Neymar, en medio de
4 defensas, mandó un soberbio zurdazo desde fuera del área para finiquitar el
encuentro con el 3-1 al 91'. La velocidad con la que Neymar se acomodó dejó
viendo visiones a sus rivales y fue un digno sello a un gran encuentro. El
brasileño soltó un fogonazo endemoniado que se anidó en la horquilla y dejó sin
posibilidades a Herrerin.
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