El Barcelona logró
rescatar un importante triunfo ante un valiente Atlético de Madrid que había
logrado irse al frente pero que tuvo que soportar los embates culés con 10
hombres desde el 35' y terminó sucumbiendo.
Si bien Luis Enrique
y los jugadores blaugranas habían hecho énfasis en que la derrota ante el Real
Madrid sufrida el fin de semana anterior no les había afectado, la realidad fue
muy distinta y si bien el Barcelona se adueñó del balón, no supo ser efectivo
en los primeros minutos y el Atlético logró neutralizarlo e incluso irse al
frente en el marcador cuando corría el 24' por conducto de Fernando Torres
quien aprovechó un magnífico pase filtrado por Koke quien aprovechó la pésima
marca de Piqué que salió tarde a su encuentro y permitió que el colchonero
tuviera tiempo y espacio para maniobrar a gusto y mandara un magnífico pase que
Torres convirtió en gol con un disparo raso que se introdujo a la portería
luego de pasar por debajo de las piernas de Ter Stegen para el 0-1 que caía
como balde de agua fría sobre el conjunto culé y su público.
Griezmann estuvo a
punto de marcar el 0-2 unos instantes más tarde pero una gran estirada de Ter
Stegen lo impidió, desviando el disparo hacia tiro de esquina. El Atlético se
había crecido y el Barcelona no lograba reaccionar. Fueron minutos de enorme sufrimiento
para los locales que, como pocas veces, se veían inseguros y fallaban ante la
presión del equipo visitante que empujaba hacia el frente tratando de reflejar
su superioridad de nueva cuenta en el marcador.
Todo parecía indicar
que el Barcelona se enfilaba a una dolorosísima derrota hasta que sobrevino una
acción en la media cancha, en una jugada sin mayor trascendencia pero que
resultó un hito en el partido. Fernando Torres ya se encontraba amonestado, había
sido una pesadilla para la zaga local y se lanzó para presionar por un balón en
el medio campo pero en su desesperación chocó con Busquets que, fiel a su
costumbre, exageró el golpe y el árbitro determinó que Torres se había ganado
su 2a amonestación y, por ende, la expulsión del terreno de juego. Corría el
minuto 35 y a partir de ahí, el partido cambió. Sin duda, la entrada de Torres
sobre Busquets fue un error ya que, en primera instancia, la jugada era
intrascendente y en la media cancha y, para colmo de males, el Niño ya estaba
amonestado. Una imprudencia que fue duramente castigada por el colegiado que
terminó por mandarlo a las regaderas.
Pese a todo, el
Barcelona no logró encontrar la clave para hacerle daño a un Atlético bien
plantado en su zona baja y con rápidos y peligrosos desdoblamientos que ponían
a temblar a la defensiva blaugrana y no fue sino a la salida del 2o tiempo
cuando los culés lograron reacomodarse y tomaron verdaderamente la manija del
encuentro, obligando al Atlético a replegarse y a emplearse a fondo para evitar
no sólo el empate sino también una goliza ya que las jugadas de peligro en la
portería de Oblak comenzaron a sucederse peligrosamente en cuanto silbó el
árbitro el comienzo de la 2a parte.
Si bien el Barcelona
ya mandaba en el encuentro y generaba peligro una y otra vez, no lograba
horadar la portería colchonera y la figura de Oblak y de más de un defensa se
agigantaban al impedir el gol del empate hasta que, en una jugada por demás
accidentada, Luis Suárez se encontró con un balón que iba sobre su propia
humanidad y lo mandó al fondo de las redes para el 1-1 al 62'.
El gol fue una
inyección de energía para el Barcelona que volvió a lanzarse con denuedo sobre
la portería colchonera, sucediéndose cada vez más jugadas de peligro y
obligando al Atlético a emplearse a fondo para evitar la caída de su marco.
Entre uno y otro
embate, el árbitro perdonó tarjetas en jugadas muy parecidas a las que le
significaron las amonestaciones a Torres, cosa que fue reclamada airadamente
por los jugadores del Atlético que se sentían afectados y el colmo fue cuando
Luis Suárez fue pillado al propinarle un codazo en la cara a un defensa y
únicamente fue amonestado por lo que pudo permanecer en el terreno de juego
para asestar un duro cabezazo desde dentro del área y anotar el 2-1 al 73'.
Barcelona y Atlético
siguieron buscando el gol pero el balón ya se negó a volver a entrar a las
porterías y ambos equipos tendrán que definir el pase a semifinales la próxima
semana en el Vicente Calderón donde de nueva cuenta los colchoneros tendrán que
presionar a un Barcelona que necesitará recuperar su futbol si no quiere volver
a sufrir ante un equipo que siempre ha demostrado tener agallas y seguramente
lo volverá a hacer ahora que se encuentre en su propio campo y ante su gente.
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