El Real Madrid, de
la mano de Cristiano Ronaldo, logró la ansiada remontada y avanzó a semifinales
de la UEFA Champions League al derrotar por 3 tantos contra 0 al Wolfsburgo en
una noche mágica en el Santiago Bernabéu de Madrid, España.
A diferencia del
partido de ida efectuado en Wolfsburgo, en esta ocasión, todos los integrantes
del conjunto albo hicieron labor de sacrificio y se comprometieron de principio
a fin con el equipo mostrando una entereza física y mental a toda prueba. Tanto
Cristiano Ronaldo como Gareth Bale bajaron a efectuar labores defensivas y
acarrearon balones que permitieron poner en jaque una y otra vez a la defensiva
visitante.
Tal y como se
esperaba, los merengues salieron con todo en busca de un gol que los metiera al
partido, obligando al Wolfsburgo a defenderse en su propio campo y, como
también se esperaba, a contragolpear. Zinedine Zidane optó por Carvajal para
cubrir el lateral derecho de los madridistas y la sabia decisión le rindió
frutos desde temprano ya que el defensa robó un esférico cuando los visitantes
querían contragolpear, avanzó por el centro del campo en diagonal hacia la
derecha, intentó mandar un pase al centro que primeramente fue cortado por un
defensa pero para su buena fortuna volvió a caerle a los pies y volvió a
filtrar el balón, esta vez con éxito, hasta los dominios de Cristiano Ronaldo
que jamás dio por perdida la pelota y apareció solo y sin marca en los linderos
del área chica para simplemente empujar el esférico al fondo de la portería
visitante y marcar de esa forma el 1-0 cuando apenas corría el 16'.
El Real Madrid no lo
dudó ni un instante y volvió a lanzarse con todo en busca de igualar el
marcador global. El propio Carvajal forzó un tiro de esquina apenas un minuto
después del gol y Cristiano Ronaldo volvió a aparecer al centro de Kroos para
cabecear y marcar el 2-0 que hacía estallar de júbilo a la afición merengue que
convertía al Santiago Bernabéu en una sucursal del manicomio.
El conjunto albo no
se desesperó y siguió buscando la portería contraria pero sin descuidar la
defensa y frenando los peligrosos contragolpes que gestaba Wolfsburgo que
perdió al 30' a uno de sus mejores hombres, Draxler, en un intento de
contragolpear a los merengues. Carvajal, encargado de marcar a Draxler que
había hecho mucho daño con los contragolpes por la banda derecha en el partido
de ida, fue un verdadero dolor de cabeza tanto a la defensiva, frenando en seco
a Draxler y a quien intentará desbordar la esa banda, como a la ofensiva,
sirviendo el pase para gol de Cristiano que metió a Madrid de nuevo en la
pelea.
El Real Madrid nunca
quitó el dedo del renglón y mantuvo la actitud ofensiva pero siempre dejaba
gente atrás para evitar ser sorprendidos con los peligrosos contragolpes
gestados por el equipo visitante. Los locales fueron como la gota que golpe a
golpe va erosionando la piedra y nunca dejaron descansar al equipo visitante al
que probaban una y otra vez tanto por la izquierda como por la derecha, sin dar
respiro.
Para la segunda
parte, Jesé sustituyó a Benzema y tomó la banda izquierda para capitalizar uno
de los pocos puntos débiles mostrados por la defensiva rival, lo cual hizo que
Cristiano Ronaldo se moviera al centro y jugara en la punta, picando
constantemente y pivoteando en busca de un resquicio que les permitiera
asegurar el partido pero el conjunto germano. Los intentos de Cristiano, Bale y
Jesé fueron bien rechazados por Benaglio, arquero de Wolfsburgo, quien mostró
excelentes reflejos y gran técnica para sacar a tiro de esquina sendos disparos
de los arietes madridistas que llevaban etiqueta de gol.
Con el paso del
tiempo, Wolfsburgo parecía apostar por la prórroga o por lo menos prefería
aguantar que arriesgarse mandando más gente al ataque aunque sí obligó a Keylor
Navas a emplearse a fondo en un par de ocasiones. No fue sino hasta el 76', que
Cristiano Ronaldo mandó un disparo suave que se coló entre la barrera puesta
por el Wolfsburgo en un tiro directo, que el Madrid conquistó el 3-0 para
enloquecer de nueva cuenta a la fanaticada que festejaba una nueva remontada en
otra noche mágica en el Santiago Bernabéu.
Zidane no dudó en
mandar a poner cerrojo en la portería merengue para impedir cualquier intento
de rebelión del conjunto alemán que buscó afanosamente un gol que le permitiera
el milagro de la clasificación a la siguiente ronda y si bien, los últimos minutos
tuvieron un alto contenido de drama pero los merengues lograron su cometido y
el marcador ya no se movió más, permitiendo al Real Madrid clasificar de nueva
cuenta a las semifinales de la UEFA Champions League.
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