La
Vecchia Signora logró sobreponerse a un gol en contra y terminó imponiéndose
por 3 tantos contra 1 en el partido de ida de la semifinal de la Copa de Italia
al Nápoles en el Juventus Stadium. La vuelta se jugará el próximo 5 de abril en
Nápoles.
El
partido comenzó con ligero dominio de la Juve que se enfrentaba a un bien
ordenado Nápoles, dispuesto a complicarles el encuentro y qué mejor forma de
hacerlo que con un gol al 36' en una brillante jugada de futbol iniciada por
Diawara quien habilitó a Arek Milik que, de taquito, tocó para Insigne que se
escapó por la izquierda y sirvió un centro raso para la llegada de Callejón
quien mandó el balón al fondo de las redes para poner el marcador 0-1.
El cuadro
bianconero buscó afanosamente el empate pero el Nápoles supo contener los
embates durante el tiempo restante de la primera mitad y ambos equipos se
fueron al vestidor con el marcador a favor de los visitantes.
Allegri
hizo ingresar a Cuadrado en sustitución de Lichtsteiner para la segunda parte
con la intención de darle mayor creatividad y variedad a la ofensiva de la
Juventus y muy pronto tuvo respuesta ya que al 47', Dybala fue derribado en el
área por Koulibaly y el árbitro decretó la pena máxima que el propio Dybala
convirtió en gol.
Sarri
también echó mano de los suplentes y reacomodó a su equipo pero no pudo evitar
que al 64', Higuaín le diera la vuelta la vuelta al marcador al rematar una
jugada prefabricada que nació en un tiro de esquina por la izquierda que fue
retrasado para Cuadrado quien sirvió para Chiellini que, de cabeza, alargó para
Higuaín para el 2-1.
El
Nápoles se lanzó con todo en busca del empate pero en su afán de anotar un gol
permitió que la Juventus contragolpeara y, cuando corría el 69', Dybala escapó
a toda velocidad por la izquierda y sirvió un excelente pase para Cuadrado que
se había adelantado a gran velocidad y enfiló para un mano a mano con Reyna
que, en su desesperación por impedir que se escapara Cuadrado, lo derribó en el
área, por lo que el árbitro no dudó en marcar de nueva cuenta la pena máxima
que, otra vez, el argentino Paulo Dybala convirtió en gol para poner el
marcador 3-1.
Nápoles
volvió a buscar una anotación que lo acercara en el marcador pero ya no
arriesgó tanto y si bien el partido todavía tuvo algunas emociones con Reyna y
Neto, los arqueros, como protagonistas, el esférico se negó a volver a entrar
en las porterías y el marcador ya no se movió más.
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