Tijuana 3-1 Toluca

Xolos dio un fuerte golpe en la mesa al vencer 3 goles por 1 al Toluca, lo que le permite llegar a 20 puntos e instalarse momentáneamente en el 6o lugar de la tabla a la espera de lo que hagan los demás equipos.

Tijuana volvió a ser el equipo incómodo y peleador que adora su afición y le hizo la vida de cuadritos a unos Diablos Rojos que sufrieron ante la presión fronteriza. Xolos comenzó mejor, mordiendo y presionando al Toluca desde la salida aunque sin generar opciones de peligro mientras los Diablos Rojos buscaban saltar líneas para poder llegar al arco tijuanense ya que la presión del equipo local incomodaba demasiado para la creación de jugadas en la media cancha.

Cuando corría el 27', Fidel Martínez mandó un centro preciso para Darío Benedetto quien cabeceó con potencia para vencer a Alfredo Talavera para el 1-0 que abrió la brecha para el equipo local. Sin embargo, un grave descuido de Cirilo Saucedo forzó el empate unos minutos más tarde, al 30', ya que el arquero tijuanense no cubrió bien un disparo de Santiaguín que no llevaba nada y terminó colándose al fondo de su portería para el 1-1 y generando una sonora rechifla de la afición que tardó un buen rato en perdonarle el error al cancerbero.

Tijuana mantuvo la presión en todo el terreno de juego y no soltó a su presa por ningún motivo, desesperándolos al caerles rápidamente cada vez que recibían el balón e impidiendo que se acomodaran a gusto para conectar con algún compañero.

Cuando corría el 57', Javier Güemez López sacó un disparo desde fuera del área que venció a Talavera para el 2-1. Pese a la ventaja, Xolos no bajó el ritmo y mantuvo su actitud combativa impidiendo que el Toluca reaccionara debidamente y forzando un juego ríspido y poco vistoso.

Cuando corría el 71', Da Silva cometió un penal al derribar a Joe Corona y Christian Pellerano lo convirtió en gol al 74' para el 3-1 que terminó siendo definitivo pese a que Toluca buscó acercarse en el marcador y adelantó sus líneas pero Xolos supo resistir los embates y jamás quitó el dedo del renglón para los contragolpes.