Cuando Román
Abramóvich adquirió al Chelsea desembolsó una cifra récord por el equipo y, sin
pensarlo dos veces, abrió la chequera para hacerse de los servicios de grandes
estrellas de nivel mundial pero ni así logró un campeonato por lo que requirió
de los servicios de José Mourinho quien se había hecho de renombre al
conquistar cualquier cantidad de títulos con el Porto y no le dejó mal. Bajo el
mando del portugués, los blues conquistaron el bicampeonato de la Premier
League (2004-05 y 2005-06), la FA Cup en 2007 y la FL Cup en 2005 y 2007 pero
no lograron obtener el título más importante, el campeonato de la UEFA
Champions League se les escapó y Mourinho dejó su lugar para Avram Grant, quien
como técnico interino logró que los blues llegaran a la final del máximo torneo
europeo aunque tampoco logró conquistar el máximo título europeo.
En 2012, el Chelsea
conquistó la UEFA Champions League bajo el mando de Roberto di Matteo, que en
ese entonces era técnico interino y en 2013, conquistaron la UEFA Europa League
bajo el mando de Rafa Benítez. Con Benítez no tuvieron suerte en la Premier League
y la directiva logró recontratar a José Mourinho quien rápidamente coronó al
Chelsea campeón de Inglaterra en 2015 en la que fue su segunda temporada en su
nueva etapa.
Lamentablemente para
la afición londinense, la tercera temporada de Mourinho no ha sido del todo
buena y si bien los blues siguen vivos en la UEFA Champions League en la que
lograron avanzar a los octavos de final, se encuentran actualmente en el 16o
puesto, a 20 puntos de distancia del líder, el sorprendente Leicester que por
cierto les acaba de propinar una dolorosa derrota, la 9a en lo que va de la
temporada, y los dejó a un punto de la zona de descenso.
Mourinho siempre se
ha caracterizado por su capacidad para la lectura de partidos. Para el luso, la
estrategia, preparación y planeación lo son todo y normalmente sabe ajustar sus
piezas para obtener los resultados buscados pero en esta temporada simplemente
nada le ha funcionado.
Mourinho no suele
admitir errores. Es un técnico empecinadamente terco y muy pagado de sí mismo
que suele enfrentar a quien lo cuestione y cada vez que se encuentra en
problemas suele achacarlos a otros. Sus peleas con los árbitros y con la prensa
siempre han acompañado su carrera pero en tiempos de crisis también suele
pelearse con gente de su propio equipo y eso incluye pesos pesados del vestidor
e incluso directivos.
Hoy dice sentir que
su trabajo ha sido "traicionado y echado a perder". Afirma que
preparó correctamente el partido ante el Leicester, que anticipó ciertas
situaciones y las trabajó con sus jugadores pero aun así, entraron los goles y
se perdió el partido.
El equipo campeón de
la Premier League está pasando penurias y de luchar por el título en la
temporada anterior, ahora tendrá que pelear por su permanencia. Una mutación
radical, un giro total de los acontecimientos, algo que nadie se esperaba.
Mourinho no sabe si hizo un trabajo increíble la temporada anterior y llevó a
sus pupilos a un nivel superior al que en realidad tienen o bien el mal
comienzo de la presente temporada desmoralizó a la plantilla. Claro, en ningún
caso sería su culpa y tampoco está en sus planes corregir algo sino más bien
dar más golpes de timón para ver si en alguna de estas pega y retoman el camino
triunfador.
Lo cierto es que si
la directiva opta por despedir a Mourinho tendría que desembolsar alrededor de
50 millones de euros de finiquito y ese es un fuerte motivo para reconsiderar
la situación. Sin embargo, también hay que tomar en cuenta lo mucho que se perdería
si el Chelsea no logra acceder a algún torneo europeo para la próxima temporada
y que el equipo reportó pérdidas por alrededor de 33 millones de euros en la
temporada anterior con todo y que se proclamaron campeones en la Premier
League.
Por lo pronto,
Mourinho sigue en el ojo del huracán. Mantiene la espada desenvainada y
continúa peleándose contra todo mundo. No importa si se trata de una doctora o
un fisioterapeuta de su equipo o bien un peso pesado del vestidor o un alto
directivo de la federación inglesa o un árbitro (usualmente sus blancos
favoritos) o un entrenador rival (en estos momentos tiene un fuerte debate
público con Wenger) o su equipo en general o cualquier otra persona o cosa que
pudiera cruzarse en su camino.
¿Mantendrá
Abramovich la cabeza fría y el apoyo a Mourinho? ¿Encontrará Mourinho de nuevo
el camino al triunfo? ¿Será capaz el técnico luso de recomponer su destino?
¿Podrán los blues seguir avanzando en la Champions y salvar la temporada?
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