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miércoles, 2 de diciembre de 2015

Tras bambalinas


La FIFA promueve con bombo y platillos la gala que se llevará a cabo el próximo 11 de enero de 2016  en la que se anunciarán los ganadores del Balón de Oro, la Jugadora Mundial de la FIFA, Premio Puskás y mejores entrenadores de futbol tanto para torneos masculinos como para torneos femeninos pero tras bambalinas se está llevando a cabo una fuerte lucha por las reformas que se sabe son urgentes e indispensables en el seno del organismo y que se deberán de aprobar en el Congreso Extraordinario de la FIFA que se llevará a cabo el 26 de febrero de 2016 y en el que también se deberá de elegir al nuevo presidente del máximo organismo rector del futbol mundial.

Para variar y no perder la costumbre, FIFA nombró a un Comité de Reformas que se ha encargado de analizar y discutir una serie de normas que le permitan al organismo recobrar su identidad perdida y, por supuesto, recuperar la credibilidad. Este comité deberá de entregar sus propuestas de reformas al Comité Ejecutivo o lo que queda de dicho comité ya que 17 altos cargos del órgano de gobierno de la FIFA están bajo proceso judicial en Suiza y/o Estados Unidos. Las propuestas serán analizadas y votadas por el Comité Ejecutivo los días 2 y 3 de diciembre (hoy miércoles y mañana jueves) y deberán ser presentadas en el próximo congreso extraordinario para su aprobación por el pleno.

Los escándalos han trascendido fronteras y la crisis institucional ha tocado fondo pero con todo y eso, Joseph Blatter no ha dejado de externar su deseo de mantenerse en el cargo y ya incluso barajaba la posibilidad de registrarse de nueva cuenta como candidato. Por el momento, el suizo está entretenido en los tribunales peleando tanto por evitar una inhabilitación de por vida por unos pagos efectuados a Michel Platini, que por cierto también ha sido inhabilitado indefinidamente y también quería competir para presidente de la FIFA.

Algunos de los máximos patrocinadores han externado su exigencia de reformas y no han dudado en expresar que de no hacerse, podrían dejar de participar y eso seguramente es lo que más daño podría hacerle a la FIFA. Sin duda, estas expresiones tienen un enorme peso específico en cualquier comité pero lamentablemente siempre existirá la inercia que empuja a maquillajes simples en lugar de cambios verdaderos.

Se dice que las reformas que se entregarán hoy al Comité Ejecutivo incluyen ciertos límites tanto para el presidente como para los miembros del comité ejecutivo entre los que se encuentran:

Límite de mandato. En el congreso de Río de Janeiro efectuado en 2014 ya se había planteado un límite de 12 años tanto para el presidente como para los miembros del comité ejecutivo. Es una propuesta sana y loable. Sin duda ayudaría a refrescar los altos mandos y sería un buen instrumento para limitar las alianzas e incluso los apoyos indiscriminados pero no es suficiente por sí mismo ya que al vencer el plazo, seguramente el presidente y los altos cargos buscarán promover a amigos que les cubran las espaldas e impidan una transición real.

Control de integridad. Se pretende someter tanto al presidente como a los miembros del comité ejecutivo a controles que impidan la vinculación de estos, ni de sus familiares o allegados con empresas involucradas con la FIFA directamente o con la organización de mundiales de futbol. De los alcances de estas propuestas depende en mucho el freno a la corrupción reinante actualmente ya que, como se ha visto, se han tejido verdaderas marañas de alianzas y contubernios que han saqueado tanto a la FIFA como a los países miembros incluyendo a los organizadores de copas del mundo.

Política y gestión. Se pretende limitar el poder del presidente de la FIFA y darle más poder al secretario general. Según se comenta en la prensa internacional, el comité de reformas propone que el presidente se dedique más bien a la representación de la FIFA y a sus políticas en general y que el secretario general tome un papel más relevante y se convierta en el ejecutivo. Esto busca acotar el poder que actualmente posee el presidente y también es muy importante.

Transparencia económica. Esta transparencia deberá de ser tanto para los máximos jerarcas incluyendo por supuesto al presidente y al comité ejecutivo como se propone, sino que también debería de incluir a todos los presidentes de todas las federaciones miembro y a todos los proyectos de la FIFA ya que por medio de estos se pagaban y devolvían favores unos a otros y siempre han sido un quebradero de cabezas para cualquier auditor. Sobra decir que las auditorías deberán de efectuarse por medio de empresas u organismos independientes que tengan capacidad de gestión.

Sin duda no será fácil pero el viento sopla a favor y las condiciones son propicias para gestionar reformas de verdad de devuelvan a la FIFA la credibilidad y el honor perdidos para que sigamos teniendo futbol, que es lo que todo el mundo desea.

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