Con una especial
dosis de dramatismo y después de haber dejado escapar una ventaja de 3 goles,
los Tigres de la UANL conquistaron su 4o título al derrotar en serie de
penaltis a unos bravos Pumas de la UNAM que dejaron todo en el terreno de
juego.
El partido comenzó
tal y como se esperaba, los Pumas altamente revolucionados y lanzados al frente
y Tigres esperando atrás con un doble muro defensivo y dejando a dos jugadores
para el contragolpe. Ricardo Ferretti apostó por una estrategia muy conservadora
y si bien sufrió durante los primeros minutos, su equipo no tardó en bajarle el
ritmo al partido, forzando a los Pumas a controlar el balón fuera de zona
peligrosa.
Guillermo Vázquez
utilizó una formación con 4 defensas, 2 medios de contención, tres medios
ofensivos y un delantero con la finalidad de empujar hacia el frente y
aprovechar las excelentes cualidades de Eduardo Herrera para aprovechar los
centros al área pero los felinos capitalinos sufrieron por falta de profundidad
en la primera parte y no fue sino hasta que Memo Vázquez mandó a Britos a la
delantera a apoyar a Herrera cuando CU pudo rugir por primera vez.
Corría el 44',
Marcelo Alatorre se lanzó hacia el frente por la banda derecha de Pumas y
sirvió un centro venenoso justo al corazón del área. Nahuel Guzmán salió a
cortar pero perdió de vista el balón ante la entrada de Britos y el esférico
salió rebotado hacia Eduardo Herrera quien simplemente lo empujó al fondo de
las redes para el 1-0 que hizo despertar Ciudad Universitaria con un rugido
ensordecedor que daba vida a los Pumas.
Tras el descanso,
Pumas volvió a la carga y Memo Vázquez no esperó mucho para mandar al terreno
de juego a Fidel Martínez en sustitución de Alejandro Castro, un extremo
izquierdo por un medio de contención. Una apuesta arriesgada ya que los Pumas
jugaban en esos momentos con 2 delanteros y sumarían uno más pero ante la
pasividad mostrada por Tigres que seguía amarrando a sus medios con labores
defensivas y frenándolos a la hora de ir al ataque, la invitación era una
tentación demasiado apetitosa para dejarla ir y los Pumas aumentaron la
presión.
El cambio le
funcionó a la perfección a Pumas y en el 54', apenas un minuto después de haber
ingresado al terreno de juego, Fidel Martínez mandó un centro al corazón del
área visitante y encontró a Britos sin marca. El ariete remató de cabeza para
el 2-0 que enloquecía nuevamente a los seguidores de Pumas que sentían la
hazaña al alcance de las manos.
El Tuca volteó a la
banca y mandó dos cambios defensivos: José Gringo Torres por Rafael Sobis y
Antonio Briseño por Jürgen Damm con la intención de contener en el medio campo
y reforzar la defensa pero esto no evitó que Pumas, volcado al frente, continuara
sirviendo centros venenosos a su área y, por ende, generando una buena dosis de
peligro minuto a minuto. Los Tigres jugaban con fuego y apostaban a cuidar la
ventaja mientras los Pumas mantenían la actitud ofensiva y buscaban un orificio
por donde colarse y empatar el partido en el marcador global.
Memo Vázquez sacó a
Ludueña que había dado un gran partido e hizo ingresar a Silvio Torales con la
intención de mantener copada la media cancha y no ceder en el dominio del
partido y el cambio volvió a funcionarle a la perfección ya que Silvio cabeceó
un tiro de esquina y anotó el 3-0 que les daba el ansiado empate global en su
primera jugada en el partido.
CU era un manicomio
y los Pumas tenían la moral por las nubes. Los Tigres habían dejado ir 3 goles
de ventaja y se encontraban prácticamente en la lona, con una formación pensada
en defender una ventaja que ya se había esfumado y con el peso emocional que
eso significa.
El momento anímico
sin duda era de Pumas pero en una jugada por demás innecesaria, Eduardo Herrera
entró con fuerza excesiva sobre un defensa que despejaba el balón de la línea
de meta y fue expulsado al recibir la segunda tarjeta amarilla cuando corría el
91' y apenas un minuto después de haberse ganado irresponsablemente la primera
amarilla. Una falta de concentración que dejó en inferioridad numérica a su
equipo.
Tigres tomó al fin
el control del partido ya con un jugador de más y aprovechó para imprimir su
ritmo en tiempo de compensación, tocando y haciendo correr a los Pumas y la
estrategia les funcionó de maravilla ya que rápidamente comenzaron a generar
peligro y Andre-Pierre Gignac se hizo presente en el marcador al bajar de
espaldas al marco universitario un balón, controlarlo pese a que fue tocado por
un defensa con la mano y mandar un fogonazo que perforó la portería local
dejando a Pikolín II sin oportunidad.
Tigres ya no cedió
tan fácilmente el control del partido y generó buenas oportunidades para
liquidarlo pero Gignac perdonó y Pumas, cuyo ataque ya se limitaba casi a puro
centro al área, logró conquistar angustiosamente el empate global al 118' por
medio de Gerardo Alcoba al aprovechar un balón suelto en el área visitante. 4-1
en CU, 4-4 global.
En la serie de
penales, Fidel Martínez abrió por Pumas y mandó su disparo afuera. Gignac
respondió anotando y poniendo a Tigres arriba. Ismael Sosa emparejó los
cartones pero Juninho devolvió la ventaja a los visitantes. Luis Fuentes anotó
por Pumas para volver a igualar momentáneamente pero Palmera Rivas volvió a
poner arriba a Tigres. Javier Cortés, uno de los principales jugadores de Pumas
en la Liguilla mandó un disparo que fue rechazado por Nahuel Guzmán e Israel
Jiménez anotó el gol que le dio a Tigres el sufrido campeonato, el 4o en su
vitrina.
Sin duda un gran
duelo, digno de una gran final de un torneo muy emocionante. Enhorabuena a los
campeones Tigres y a los dignos finalistas Pumas.
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