Los Pumas
de la Universidad Nacional Autónoma de México conquistaron el boleto a la gran
final de la Liguilla del Apertura 2015 de la Liga Bancomer MX pese a caer por 3
tantos contra 1 ante el América en el Estadio Olímpico Universitario que, por
motivos de seguridad, no lució el acostumbrado lleno que acompaña estos
partidos.
Las
Águilas comenzaron el encuentro a tambor batiente y dejaron en claro que
morirían en la raya intentando la remontada heroica ante la complacencia de los
Pumas que se parapetaron bien atrás, cedieron el control del esférico se
encomendaron a la eficiencia de su defensa y a cazar algún contragolpe. A
diferencia del partido de ida, las intentonas americanistas fueron más eficaces
y pusieron a trabajar a Pikolín II desde el inicio pero el cancerbero
universitario se mostró solvente y con buenas atajadas se convirtió muy pronto
en el mejor jugador de su equipo.
Cuando
corría el 9', Paul Aguilar desbordó por la banda derecha y se metió hacia el
centro para habilitar a Darío Benedetto quien corrió dentro del área y sirvió
un centro magnífico para Carlos Darwin Quintero quien se adelantó
inteligentemente a su marca y empujó el esférico para poner el marcador 0-1.
El
América estaba decidido y de inmediato se puso manos a la obra nuevamente. Los
azulcremas empujaban con fuerza al frente y los Pumas se replegaban atrás,
formando un doble muro defensivo con 8 hombres y dejando únicamente a dos para
contragolpear aunque incluso esos dos se plantaban en su propia cancha.
Javier
Güemez salió fracturado lamentablemente en una jugada muy fuerte en la que
Javier Cortés fue con todo y sobre la tibia del americanista y lo forzó a salir
del terreno de juego rumbo al hospital pero el árbitro no vio la falta y no
sancionó ni siquiera con tarjeta amarilla al universitario que fue pieza clave
para los Pumas en el encuentro.
Unos
minutos más tarde, Paolo Goltz, con su acostumbrada irresponsabilidad e
indisciplina, regaló una tarjeta amarilla por reclamarle al árbitro airadamente
y al 21', Ambriz decidió enviar al terreno de juego a Osvaldo Martínez en
sustitución del lesionado Güemez para mantener el control del medio campo.
Al 26',
Oribe recibió un balón filtrado y sin pensarlo dos veces lo envió hacia Darío
Benedetto quien en su afán de colarse, intentó atravesar el muro defensivo pero
Castro logró desviar el esférico aunque para su mala fortuna, la de gajos salió
en dirección a Darwin Quintero quien a toda velocidad se encarriló hacia la
portería para vencer nuevamente a Pikolín II y poner el marcador 0-2.
Guillermo
Vázquez tuvo que reacomodar a su equipo e hizo ingresar a Matías Britos en
sustitución de David Cabrera para darle más salida a los Pumas que no
encontraban por dónde destrabar la presión americanista. El cambio le funcionó
a los universitarios que por fin comenzaron a generar opciones al frente aunque
no lograron hacerle daño al equipo visitante en lo restante de la primera
parte.
Para el
segundo tiempo se mantuvo la tónica. El América buscaba con todo ir al frente y
los Pumas se parapetaron bien atrás en busca de cazar a los azulcremas con un
contragolpe. Memo Vázquez mandó a Daniel Ludueña en sustitución de Fidel
Martínez, un cambio algo raro ya que Fidel había sido un dolor de cabeza por la
banda izquierda desde el primer encuentro gracias a las constantes escapadas de
Paul Aguilar que jugaba más como extremo que como defensa y dejaba libre ese
corredor del campo.
Ambriz
hizo ingresar a Michael Arroyo al 59', prescindiendo de su defensa izquierdo,
Osmar Mares, para dejar definitivamente al América con 3 jugadores en la
retaguardia, adelantando filas y arriesgando pero el cambio no le salió muy
bien ya que Arroyo se hizo amonestar rápidamente y las Águilas se
revolucionaron de más y volvió a aparecer la dañina indisciplina.
Cuando
corría el 72', Paolo Goltz se hizo expulsar torpemente al cortar un avance
universitario, ganándose merecidamente la segunda tarjeta amarilla y dejando a
su equipo con 10 jugadores en un momento clave del partido pero lo peor estaba
por venir ya que al 78', el árbitro expulsó con roja directa a Rubens Sambueza
por un supuesto pisotón a un contrario. Bien dice el dicho, crea fama y
acuéstate a dormir. Rubens fue víctima de su bien ganada fama y dejó a su
equipo con 9 jugadores.
Ambriz
buscó reaccionar de inmediato y mandó a Zúñiga en sustitución de Darío
Benedetto quien había sido uno de sus hombres más peligrosos y salió echando
chispas del terreno de juego.
Javier
Cortés puso el marcador 1-2 al coronar un contragolpe que nació en la banda
derecha del equipo universitario y provocó la locura en el graderío que festejó
escandalosamente la anotación de su equipo.
De
cualquier forma, el América no bajó los brazos y siguió empujando con fuerza
hacia el frente, con más convicción que cualquier otra cosa y muy pronto, al
87', tuvo la recompensa cuando Andrés Rifle Andrade tomó un balón por los
linderos del área y mandó un disparo que se introdujo en la portería de Pikolín
II gracias en parte a un desvío de la defensiva universitaria.
Si bien
el América lo siguió intentando, ya no tuvo para más y terminó inclinándose
ante los Pumas que, con mucho sufrimiento, calificaron para la gran final del
futbol mexicano en la que enfrentarán a los Tigres de la Universidad Autónoma
de Nuevo León.
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