Los Tigres de la
Universidad Autónoma de Nuevo León conquistaron una importante victoria por 3
goles contra 0 sobre los Pumas de la UNAM en el partido de ida de la gran final
del futbol mexicano celebrado en el Estadio Universitario de la capital neoleonesa
ante el acostumbrado y un gran ambiente en el graderío.
Los Tigres no
tardaron mucho en asentarse en el terreno de juego y tomar el control de las
acciones con Jürgen Damm y Javier Aquino desbordando por las bandas y sirviendo
peligrosos centros en busca de Andre-Pierre Gignac y Rafael Sobis. Guido
Pizarro y Jesús Dueñas, los medios de contención, también hicieron su parte ya
que controlaron magníficamente el medio campo y presionaron a los capitalinos
desde la salida, por lo que los visitantes se vieron forzados a saltar filas y
mandar largos pases en busca de Eduardo Herrera, Matías Britos, Ismael Sosa y
Fidel Martínez quienes tuvieron que remar contra la corriente ya que eran
recibidos por una bien plantada defensiva neoleonesa que mostró oficio y
dinamismo.
Corría el 14' cuando
Javier Aquino desbordó por la banda y cedió para Rafael Sobis quien recibió el
esférico de espaldas a la portería y fue empujado por la espalda por Javier
Cortés por lo que el árbitro decretó la pena máxima a pesar de las airadas protestas
de los capitalinos. Gignac se encargó de convertir la pena máxima en gol con un
disparo fuerte a la izquierda de Pikolín II quien se lanzó del lado correcto
pero nada pudo hacer dada la potencia y colocación del disparo.
El gol cayó como un
balde de agua fría en las filas del equipo visitante, lo que aprovecharon los
Tigres para lanzarse con más fuerza al frente, aprovechando la velocidad de
Aquino y Damm para desbordar por las bandas y servir centros siempre peligrosos
hacia el área.
Matías Britos tuvo
una oportunidad en una jugada a balón parado que tienen muy bien hecha los
Pumas pero su cabezazo salió ligeramente por encima del travesaño de la
portería custodiada por Nahuel Guzmán.
Cuando corría el
28', Jürgen Damm tomó el balón por la banda derecha, tocó para Israel Jiménez y
corrió rápidamente al espacio. Su compañero le respetó el esfuerzo, trianguló,
y Damm llegó a línea de fondo desde donde sirvió un centro pasado para Javier Aquino
que recibió solo y se acomodó dentro del área visitante para mandar un disparo
muy bien colocado que se coló hasta el fondo de la portería de Pumas para el
2-0 que enloqueció a la afición regiomontana e hizo estallar nuevamente los
fuegos artificiales en San Nicolás de los Garza.
Tigres mantuvo el
ritmo e hizo ver mal a Pumas. Los locales tomaron el control de la media cancha
y continuaron desbordando por las bandas y sirviendo peligrosos centros al
área, obligando a la defensiva visitante a emplearse a fondo para evitar una
mayor goleada.
No fue sino hasta el
58' cuando Gignac controló un balón en las afueras del área de los Pumas,
centró buscando a Sobis, la defensa capitalina rechazó pero para su mala
fortuna, el balón cayó de nuevo a los pies de Gignac que entonces mandó un
fuerte disparo a gol y obligó a Pikolín II a rechazar y, ahora sí, el balón le
cayó a Sobis quien ya no perdonó y empujó al fondo de las redes para el 3-0 que
ponía contra las cuerdas a Pumas.
Tigres mantuvo el
monopolio del esférico, contabilizó un 62% al final, pese a que en los últimos
minutos los Pumas se sacudieron un poco el dominio y empujaron al frente. La
diferencia a partir del 70' fue que la intensidad bajó aunque Pikolín Palacios
continuó empleándose a fondo para evitar peores consecuencias, manteniendo así
vivas las esperanzas de sus Pumas de tomar desquite en el partido de vuelta que
se celebrará el próximo domingo en el Estadio Olímpico Universitario.
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