El
Barcelona mostró otra cara, otro estilo y logró adelantarse en el marcador con
una jugada de estrategia pero terminó cediendo el empate ante Sergio Ramos que
ya ha demostrado ser letal en jugadas a balón parado y especialmente cuando el
tiempo se acaba.
Para
variar y no perder la costumbre, Iniesta tomó el control de la media cancha
desde su ingreso, al 59', y brindó una gran exhibición, como ha sido su
costumbre durante tantos años, mostrando lo mejor de sí en los partidos
importantes. Lamentablemente para los aficionados del Barça, el fantasmita
comenzó el encuentro sentado en la banca y Luis Enrique tardó mucho en hacerle
ingresar al terreno de juego.
Luis
Enrique apostó de nueva cuenta por su bien conocido 4-3-3, basado como siempre
en el tridente que forman Messi, Suárez y Neymar y con Busquets en el centro
del campo, apoyado por Rakitic y André Gomes. Zidane, por su parte, volvió al
4-2-3-1 pero ahora utilizó a Benzema como punta de lanza, con Cristiano y Lucas
Vázquez como arietes por las bandas.
Como se
esperaba, el primer tiempo fue una guerra sin cuartel pero ninguno de los dos
equipos logró hacerse presente en el marcador y no fue sino hasta cuando corría
el 53' cuando el equilibrio se rompió. Neymar cobró una falta desde la banda
derecha y mandó un centro preciso para Luis Suárez quien simplemente desvió
hacia la portería para marcar el primer gol del partido.
A partir
del gol, el Barcelona mostró sus mejores armas y brindó su mejor versión. Los
azulgrana crearon entonces sus mejores aproximaciones y estuvieron muy cerca de
ampliar el marcador pero les faltó la contundencia y perdonaron ante un Real
Madrid herido que, poco a poco, fue capeando el temporal.
El
Barcelona le metió el pie hasta el fondo al acelerador y con enjundia buscó
forzar el partido ante un bien templado Real Madrid que supo resistir los
embates y, con Luca Modric en la contención, logró salir avante.
El empate
llegó cuando ya transcurrían los momentos finales del partido, al 90'. Una
falta totalmente innecesaria a tres cuartos de campo y pegada a la banda
izquierda permitió que los merengues mandaran al área a los más altos, entre
los que se encuentra por supuesto Sergio Ramos, quien, por medio de un
cabezazo, convirtió en gol el excelente centro de Luca Modric para sellar el
1-1.
Así las
cosas, Real Madrid mantiene su ventaja de 6 puntos sobre el Barcelona en la
Liga Santander después de 14 jornadas y, sin duda alguna, la lucha por el
liderato de la competencia se mantendrá ardiente todavía por un buen lapso más.
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