Después
de más de una hora de fuerte lucha, los Rayos de Necaxa lograron irse al frente
en el marcador pero no les duró mucho el gusto y terminaron cediendo el empate
ante las Águilas del América en el Estadio Victoria ante un espectacular
ambiente y con tremendo lleno en las tribunas.
Por
primera vez desde que La Volpe llegó al timón, el bigotón repitió alineación
pero al igual que en el partido contra Chivas, las instrucciones fueron cuidar
principalmente la retaguardia y desdoblarse únicamente cuando existiera ocasión
de peligro y, por el otro lado, Luis Alfonso Sosa, director técnico de Necaxa,
también optó por la precaución, por lo que los Rayos también privilegiaron el
orden tratando de evitar recibir un gol en casa.
El
partido se caracterizó por una fuerte lucha y mucho forcejeo en el traslado de
la pelota pero careció por grandes lapsos de jugadas de peligro. Si bien el
América dominó más tiempo el balón y el partido se jugaba predominantemente en
el territorio necaxista, las jugadas en las que tuvo que intervenir Marcelo
Barovero, arquero de los hidro rayos, fueron realmente escasas. Lo mismo
sucedió con Moisés Muñoz, portero de las Águilas, quien poco tuvo que hacer en
el primer tiempo.
Conforme
fue transcurriendo el tiempo se fueron dando algunas jugadas de peligro y
Moisés Muñoz tuvo que emplearse a fondo para evitar que su portería fuera
vulnerada y, mostrando excelentes reflejos, logró enviar un balón que llevaba
etiqueta de gol a tiro de esquina.
Cuando
corría el 62', el Necaxa logró adelantarse en el marcador con una jugada genial
que nació por la banda izquierda cuando Luis Gallegos penetró hacia el centro
para ceder a Jesús Isijara quien con maestría bombeó el balón sobre la línea
defensiva americanista que vio pasar a Gallegos que, con enorme inteligencia,
bombeo suave para vencer a Moisés Muñoz y marcar el 1-0.
El
América respondió de inmediato y adelantó filas con muchos más deseos que orden
pero, pese a todo, logró igualar los cartones al 67'. Oribe Peralta sorprendió
a la defensa y mandó un fuerte disparo que fue rechazado y cayó a los pies de
Michael Arroyo se internó en el área necaxista y mandó un tiro centro que fue
desviado por el arquero local y despejado con la cabeza por un defensa pero que
cayó a los pies de Alex Ibarra quien mandó un fogonazo que también fue desviado
y cayó entonces a los pies de William Da Silva quien, al igual que sus
compañeros, la prendió con fuerza y, de nueva cuenta, fue desviada pero en esta
ocasión no lo suficiente para evitar que se introdujera al fondo de la portería
de los Rayos para el 1-1.
El
partido vivía sus mejores momentos. Ambos equipos habían demostrado que podían
hacer daño y si bien deseaban anotar más goles, no querían recibir otro por lo
que imperó la cordura y se reacomodaron en defensa para irse nulificando poco a
poco y terminar firmando un peleado empate en tierras hidrocálidas.
Ahora el
Necaxa tendrá que devolver la visita y acudirá al Estadio Azteca este domingo
donde se resolverá quién pasará a la siguiente ronda.
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