Liverpool
logró afianzarse en el 2o puesto de la Premier League de Inglaterra al derrotar
contundentemente a Stoke City por 4 tantos contra 1 pese a que los visitantes
se habían ido al frente en el marcador desde temprano.
Desde la
llegada de Jürgen Kloop a Liverpool, los Reds se han mostrado como un equipo
ambicioso que acostumbra imprimir un ritmo vertiginoso a sus jugadas y pelear
por los balones en todos los rincones del terreno de juego practicando un
futbol frontal, sin ambages y buscando siempre la victoria. Obviamente, después
de haber visto a todos sus rivales directos en la Premier Legue sumar puntos y
amenazar su segundo puesto, los de rojo no iban a cambiar ante Stoke City y se
plantaron con un 4-3-3 que, sin ambages, fue por la victoria desde el inicio.
Mark
Hughes, director técnico de Stoke City, sabía que su equipo tendría que pisar
terrenos peligrosos y buscó frenar los embates rojos con una formación que
incluía 4 defensas, 2 medios de contención, 3 mediocampistas y 1 delantero.
Liverpool,
fiel a su costumbre, se lanzó en pos del gol desde el inicio y presionó al muro
defensivo presentado por Stoke City en cuanto escuchó el silbatazo inicial,
pero los visitantes lograron mantenerse a flote ante las embestidas iniciales y
cuando apenas corría el 12', Walters logró conectar un cabezazo desde el
interior del área y tomó mal parado a Mignolet, arquero de Liverpool, para
anotar el 0-1.
Liverpool
adelantó filas de inmediato en busca del empate aunque sus embestidas fueron un
tanto atropelladas y en primera instancia, Milner mandó un fuerte disparo desde
fuera del área muy por arriba de la portería defendida por Lee Grant. Stoke
City ya se había plantado pensando en contragolpes y cuando corría el 19' a
punto estuvo de aumentar su ventaja pero una excelente estirada de Mignolet
impidió que el esférico se introdujera en su portería.
Las
embestidas de los Reds se fueron sucediendo una y otra vez, obligando a la
defensiva de Stoke City a emplearse a fondo para impedir la debacle. Stoke City
no dudó en aglomerar gente en su propia área para apoyar y defenderse como gato
boca arriba ante los embates del equipo local que llevaban una buena dosis de
peligro y hacían temblar al graderío que se estremecía en cada aproximación.
Tuvieron
que pasar 34' para que Lallana pudiera mandar el balón a las redes de la
portería contraria al disparar potentemente un balón raso que se introdujo en
medio de un mar de piernas aún cuando el ariete parecía ya no tener ángulo.
Tanto había ido el cántaro al agua, hasta que se rompió.
Liverpool
no aflojó y mantuvo tanto el ritmo vertiginoso como la actitud ofensiva con
rápidos y constantes ataques que eran
una y otra vez rechazados por la defensiva visitante que se tenía que
multiplicar para evitar una catástrofe. Sin embargo, cuando ya corría el 44',
Milner recuperó un rechace por la izquierda, se apoyó con Lallana y este mandó
un pase filtrado al área que fue recibido por Milner que había hecho un
movimiento rápido y muy inteligente y este tocó para Roberto Firmino quien recibió de buena forma,
giró sobre su eje y mandó un disparo raso perfectamente bien colocado que
golpeó el poste derecho de la portería visitante para rodar sobre la línea,
golpear al otro poste e introducirse a la portería para el 2-1 que le daba la
vuelta al encuentro.
Ya no
hubo tiempo para hacer más daño en la primera parte pese a que el Liverpool lo
intentó, pero las acciones no cambiaron mucho para la segunda. Los Reds
mantuvieron el acoso sobre la portería visitante y las acciones de peligro
continuaron sucediendo una tras otra hasta que, cuando ya corría el 59', Origi escapó hasta la línea de fondo y mandó
un centro rasante que buscaba a un compañero pero que fue cortado por Imbula
que, para su mala fortuna, introdujo el balón al fondo de su portería para
poner el marcador 3-1.
Liverpool
por fin bajó el ritmo pero un grave error defensivo de Stoke City le permitió
poner cifras definitivas al 69' cuando en una jugada totalmente controlada, el
defensa central visitante quiso retrasar para su portero y Sturridge aprovechó
para robar, quitarse al arquro con una finta y anotar el gol que sepultaba por
completo cualquier aspiración que hubiera podido guardar el equipo azul.
Liverpool
se echó atrás, permitiendo entonces que Stoke City adelantara filas en busca de
acercarse en el marcador pero los Reds estaban listos para contragolpear ante
cualquier ocasión y a punto estuvieron de ampliar aún más los números pero el
esférico se negó a entrar de nueva cuenta en la portería defendida por Lee
Grant.
Liverpool
llegó de esta forma a 40 puntos y se sitúa a 6 del líder Chelsea. Los Reds
superan por un punto a Manchester City, que será su rival el fin de semana y
trascendió que Pep Guardiola estuvo en las gradas y presenció el partido entre
Liverpool y Stoke City, tomando notas para preparar el próximo encuentro que
será vital para las aspiraciones de ambos equipos.
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