Argentina se polarizó enormemente cuando dos técnicos exitosos que marcaron época se enfrentaron con sistemas radicalmente distintos: César Luis Menotti, un filósofo del futbol que busca crear un estilo de juego a partir de las cualidades de los jugadores con los que cuenta y goza dándoles libertades e invitándolos a explotarlas en el campo y por el otro lado, Carlos Salvador Bilardo, un fanático del juego táctico, del posicionamiento, detallista obsesivo que busca que el jugador se sacrifique en función del equipo. Para los técnicos argentinos no había más opción, o se era de una escuela o de la otra… y así fue hasta la llegada de Marcelo El Loco Bielsa quien intentó resumir ambas cosas, según él mismo confiesa en una entrevista al portal de la FIFA.
Uno de los alumnos destacados de Bielsa era sin duda Gerardo Daniel Martino, alias El Tata, quien jugó para Bielsa con el Newell's Old Boys de Argentina. Martino jugaba "sin ensuciarse" y "hacía que otros corrieran por él" según bromean sus ex compañeros de equipo y lo publica EL PAÍS. Bielsa y Martino continúan siendo íntimos amigos y siguen compartiendo experiencias.
Paraguay clasificó en tercer lugar de su grupo, con 3 puntos fruto de 3 empates y está hoy en día en el lugar 32 de la clasificación mundial de la FIFA. No ha logrado ganar en esta copa en la que lleva 5 empates con un porcentaje de 1 gol por partido. Para Martino, el 30% de posesión del balón es mucho y, según publica EL PAÍS, comentó: "no es que me guste, es que es lo que hay. Sería un suicidio plantear los partidos pensando que la vamos a tener, porque no la vamos a tener".
Así las cosas, Paraguay prefiere concentrarse en defender, en cerrar los espacios y complicar los avances del rival más que en tener el control del balón. Para Martino, este Paraguay debe de ser fiel a su estilo, peleando, luchando encarnizadamente cada balón aunque los empates los persigan.
Paraguay está de fiesta. Han transcurrido 32 años y por fin sus muchachos vuelven a una final de Copa América. Lo han hecho con base a esfuerzo, garra, lucha, pundonor, por momentos amontonando gente atrás para construir una muralla impenetrable y no han dudado en meter en su propio campo a todo el equipo aunque ni eso ha sido suficiente para evitar que Justo Villar se emplee a fondo y que su fanaticada viva santiguándose cuando el equipo rival bombardea su cabaña.
Y es que Paraguay ha encontrado en Villar a su mejor hombre. El arquero guaraní ha sabido aparecer en los momentos más apremiantes, cuando su ordenada y disciplinada defensa ha sido rebasada y aparte de experiencia, buenos reflejos y buena colocación, también ha contado con suerte.
La actuación de Paraguay ha logrado que su fanaticada vuelva a soñar en grande. La disciplina táctica impuesta por el Tata Martino ha rendido sus frutos ¿a quién le importa que no gane si avanza? ¿a quién le importa que sólo tenga un 30% de posesión del balón? Paraguay ha sido el fiel reflejo de una Copa América atípica y han tenido los arrestos, el orden y la suerte para llegar hasta donde han llegado ¿qué les deparará el destino?
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