Powered By Blogger

miércoles, 20 de julio de 2011

La garra y el destino

Uruguay ha sido fiel a su estilo desde que Tabárez tomó el equipo en sus manos. Ha regresado al equipo la famosa garra charrúa y disputan cada balón con la convicción del que busca la victoria. Si bien su estilo de juego no es vistoso, sí representa un problema para cualquier rival ya que presionan efectivamente y cierran espacios inteligentemente. Uruguay defiende muy bien, sabe desdoblarse en contragolpes y es enormemente peligroso en jugadas a balón parado, su especialidad.

Perú por su parte, ha tendio muchos años de sequía y había andado muy mal hasta que Markarián tomó las riendas del equipo y les metió orden y convicción con un estilo de juego propio, más basado en la garra y entrega que en jugadas vistosas.

Así las cosas, ambos equipos se habían enfrentado en la primera ronda en un partido que resultó tenso, trabado y por momentos tedioso por la poca fluidez del juego y en la primera parte de esta semifinal ambos continuaron con el mismo esquema, sin lanzarse a fondo y más preocupados por nulificar los embates del rival que por hacerle daño. No por nada, Markarián y Tabárez tienen la misma escuela.

Uruguay salió al campo con su acostumbrado 4-4-2, el mismo que ha venido utilizando desde las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010. Tabárez tiene un esquema táctico y un estilo y ha construido el equipo a partir de eso. Markarián presentó un parado que parece diferente, con 3 defensas, 5 mediocampistas y 2 delanteros, buscando nulificar el enlace charrúa y trabar el juego en media cancha, cosa que logró hacer durante toda la primera mitad.

Para Uruguay, Forlán juega tirado un poco atrás de Suárez y ayuda mucho surtiendo buenos centros y sirviendo como poste o enlace. Esa versatilidad le ha sentado muy bien en el esquema del técnico celeste y se nota siempre su presencia aunque no anote goles. La intensión de Markarián era cerrar filas en el medio campo e impedir que Uruguay funcione, forzándolos a incorporar unidades del medio campo hacia delante y tratando de aprovechar los espacios que esto generaría, pero Uruguay no cayó en el garlito y fue paciente.

La defensa charrúa hizo lo que acostumbra, firmeza, aplicación y, cuando la jugada lo ameritaba, pierna fuerte. Los dos medios de contención charrúas hicieron lo propio y frenaron los avances peruanos mientras que los otros dos volantes, abiertos en las bandas, se incorporaban alternativamente para crear sorpresa pero sin descuidar su retaguardia mientras Forlán y Suárez entraban y salían del eje del ataque, creando con sus movimientos espacios y oportunidades. La misma canción de siempre. Un equipo creado para dar rápidas respuestas, desdoblamientos y contragolpes por sorpresa más que para ejercer el control del partido.

Sin embargo, Perú también se plantó pensando en contragolpes y desdoblamientos por lo que tampoco le interesaba el control del partido. Ante esto, Uruguay estaba jugando con exceso de precauciones y tal vez para evitar la prórroga, Tabárez adelantó a Pereira y esto terminó dándole el control de medio campo y, por tanto, el control del partido haciendo que la celeste recuperara el balón más pronto y sea más peligrosa.

El primer gol cayó por un error del portero peruano que no desvió para tiro de esquina un fogonazo lejano de Forlán y el rebote lo tomó Suárez que no perdonó y mostrando su enorme oficio y oportunismo, lo depositó en el fondo de las redes. Eso era todo, el ostión se había abierto y los peruanos estarían forzados a buscar el gol del empate por lo que adelantarían filas.

Poco tiempo después, un lanzamiento al espacio de Pereira dejó solo a Suárez ante el portero peruano y este lo esquivó rápidamente para mandar el balón al fondo de la red de nuevo. Dos dudas, dos errores, uno técnico del portero y el otro de marcación de la defensa fueron suficientes para sentenciar el partido y mandar a la celeste a la gran final de la Copa América, cumpliendo con su destino ya que fue el único semifinalista de los 4 favoritos para agenciarse el certamen: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

No hay comentarios:

Publicar un comentario