Polémico arreglo

La AFA entró en crisis en cuanto se hizo oficial el descenso de uno de sus clubes de referencia, el River Plate, sin duda uno de los equipos más populares del país. Si bien algunos festejaron la histórica caída en su momento, los federativos, comandados por Julio Grondona desde hace más de 30 años, muy pronto se pusieron a trabajar para solucionar el problema que les traería la ausencia de este equipo en la competición.

BBC Mundo ha titulado atinadamente: "Argentina: un nuevo torneo de futbol resucita a River pero aumenta la polémica". La idea es simple, fusionar las dos máximas categorías del futbol argentino, haciendo un torneo único para los 20 equipos de la mayor, los 16 que componen la categoría B Nacional y los campeones de la Primera B y el Argentino A.

Los equipos estarían divididos en dos zonas y todos jugarían contra todos los equipos de su zona más dos partidos interzonales. Los 5 mejores clasificados de cada grupo pasarían a la Zona Campeonato junto con los 9 equipos mejor posicionados en la tabla general para disputar el trofeo al campeón. Algo así como la Liguilla del futbol mexicano.

Los 19 equipos no incluidos en la Zona Campeonato tendrán que disputar la Zona Competencia con la intensión de evitar el descenso. Los cuatro primeros lugares de la Zona Campeonato serían los representantes de Argentina en la Copa Libertadores.

No cabe duda de que los arreglos y adaptaciones al formato de competencia obedecen a intereses económicos y no deportivos. Para BBC Mundo, "algunos expertos aseguran que el cambio también buscaría proteger a otros clubes grandes, como Boca, San Lorenzo e Independiente, que por su mal desempeño corren el riesgo de descender".

La TV también tiene su granito de arena en este arreglo y es que para la TV estatal, que es la dueña de los derechos de transmisión del torneo de primera división, el descenso de los clubes más populares representa enormes pérdidas en audiencia y en este nuevo arreglo, "el canal estatal pasaría a transmitir también los partidos de equipos de segunda división, que hasta ahora eran televisados por la empresa TRISA, perteneciente al GRUPO CLARÍN" que, por cierto, sostiene una agria disputa con la titular del ejecutivo estatal, Cristina Fernández.

EL CLARÍN comenta que "la ampliación de las transmisiones de futbol duplicaría el presupuesto que el Estado le paga actualmente a la AFA por los derechos televisivos, llevando el monto a unos US $300 millones". Obviamente la AFA tiene su propia versión e indica que los cambios buscan "federalizar el futbol argentino".

EL UNIVERSAL de México publicó algunos mensajes de Twitter sobre el caso: "que River no termine 17 de 20, si no el torneo 2013/2014 va a tener 60 equipos", "los partidos de Boca durarán los minutos suficientes para que este gane", "si la cantidad de goles es impar, el resultado se invierte y gana el que perdió".

El sistema anterior, con los promedios de tres años, buscaba prolongar el descenso y trataba de evitar que los clubes "grandes" cayeran al darles más oportunidad de recomponer alguna mala actuación pero en el nuevo formato, se incluyen equipos de mucho menor nivel (teóricamente) para darles aún más herramientas y margen de acción a fin de evitar el descenso.

Todo parece indicar que la AFA encontró la solución perfecta a sus problemas ya que con este nuevo formato resucita no sólo a River, sino también a dos que tres clubes de abolengo que ya estaban haciendo huesos en la segunda, aumenta la recaudación al doble para los equipos involucrados y le da herramientas al gobierno para su cruzada contra el GRUPO CLARÍN. ¿Qué más podían pedir? ¿A quién de los directivos le va a importar lo deportivo con tan buen arreglo económico-político?