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sábado, 23 de julio de 2011

La garra charrúa

Washington Tabárez es un técnico con pocos títulos, un torneo de Apertura en Argentina en 1992 y una Copa Libertadores con Peñarol en 1987. Ha dirigido en Argentina al Boca Juniors, en Italia al Oviedo, en su natal Uruguay y en México. Su carrera se ha caracterizado por su cordura, su sensatez y porque en todo momento ha sabido anteponer el interés grupal al individual, convenciendo a sus jugadores por el bien del equipo.

Tabárez busca que el equipo se nutra de los valores individuales y que estos operen a favor del grupo. Es un tipo respetuoso del orden y el equilibrio táctico. Con él en el banquillo, Uruguay ha regresado a sus raíces y se ha reencontrado con su historia. Los charrúas buscan, primeramente, desarticular y desactivar al rival, sofocándolo con una presión incesante, insistente, copándolos y asfixiándolos sin permitirles espacios ni oportunidades.

Tabárez ha logrado que su equipo juegue de nuevo con la famosa garra pero también ha desactivado la rudeza excesiva. Ha sabido aprovechar las características de cada uno de sus jugadores haciendo que todos se enfoquen en ayudar al equipo y logrando que el rendimiento de estos supere en muchas ocasiones lo mostrado en sus propios clubes.

El Maestro, como es mundialmente conocido, conoce muy bien la historia de su equipo y conoce también a la perfección a cada uno de sus jugadores quienes le apoyan con cariño y respeto. Se ha sabido ganar el afecto del público uruguayo y se ha sabido imponer incluso a sus directivos sin que nadie se incomode.

Para Tabárez el trabajo físico y táctico es muy importante, pero lo es más que sus jugadores "estén culturalmente preparados" para asumir los retos. El Maestro nunca ha dejado de serlo. El funcionamiento de Uruguay ha sentado precedentes y se ha convertido ya en un referente histórico. La capacidad del técnico de obtener lo mejor de cada uno de sus jugadores y de dirigirlos hacia un mismo objetivo centrándolos en el bien común ha logrado lo que muchos habían soñado y ha posicionado a Uruguay en lo más alto del futbol mundial.

Ahora enfrentarán a un equipo cuya filosofía también parte desde el punto de vista de nulificar al rival antes que nada, aunque los paraguayos no tienen tanto juego de conjunto y sí son bastante más rudos, el choque entre dos conjuntos con la misma táctica complica en mucho el pronóstico y preocupa a muchos por la posibilidad de que el partido se trabe en media cancha y ambos equipos se neutralicen. Los charrúas se han visto mejor y aparentan mayor nivel de preparación mental, pero con Paraguay enfrente, no la tendrán fácil.

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