En problemas

No hay duda de que Argentina buscaba organizar la Copa América para acercarse de nuevo a un título y, sobre todo, a su fanaticada. Se programaron los partidos fuera de Buenos Aires para que la fiesta sea más abierta y no sólo en la capital, donde se jugará, por supuesto, la gran final.

Sin embargo, el equipo albiceleste todavía no encuentra su mejor futbol y navega como barco sin rumbo. Ayer requería de un triunfo pero no fue capaz de anotar un solo gol y, lo que es peor, su desempeño sigue sin convencer a muchos y cada vez da más muestras de frustración y el público se lo ha hecho saber ya que por momentos se coreó el nombre de Maradona y los despidió entre silvidos, abucheos e insultos.

AS fue claro al titular su nota: "Batista dirige el Titanic al iceberg" y es que Argentina no sólo no tiene gol, sino que no encuentra conjunción, ni peligrosidad, su defensa se ve lenta, carente de reacción y, por lo menos ayer, su mejor hombre es el portero que salvó las ocasiones de gol colombianas que hubieran sepultado las aspiraciones argentinas.

No sólo la afición argentina se ha mostrada decepcionada con el desempeño de la albiceleste, la prensa también ha dejado en claro que esperaba mucho más de este equipo plagado de estrellas. Batista ha intentado que Argentina juegue al estilo Barcelona, con un trivote encabezado por Messi, su máxima figura, pero tal vez por tanta responsabilidad o simplemente por no estar rodeado por Xavi e Iniesta, Messi se vio mal y es responsabilizado por EL CLARÍN en su crónica por el mal desempeño de su equipo.

OLÉ no se quedó atrás al afirmar que "Messi se mueve y no encuentra su lugar en el mundo de la Selección" y también critica tanto la ubicación de Tévez como su desempeño en la cancha. Para EL PAÍS de España, Argentina es "el equipo chiflado, sin rumbo" ya que presenta un "desbarajuste táctico". LA NACIÓN también titula su crónica "sin rumbo" y comenta que "empate a cero desnudó que la selección está lejos de entusiasmar y que el libreto necesita ser revisado. Las atajadas de Romero fueron el sostén para atesorar una frágil ilusión".

Para muchos comentaristas queda claro que Batista ha dado muestras de querer imitar el juego del Barcelona y han comentado que simplemente es un error. Ya sea un histórico como Kempes o analistas de todo tipo, coinciden en que Argentina no está ni cerca del juego de toque, elaboración y movimiento que ha caracterizado al Barcelona de Guardiola.

Argentina juega con muchas ganas y mas bien parecen 11 grandes jugadores que tratan de hacer lo que pueden con esfuerzos individuales pero carentes de juego de conjunto y, sobre todo, de acompañamiento. El equipo se ha visto sin ideas, sin imaginación y sin sorpresa, con muy pocas llegadas y casi nulo peligro.

Banega, Mascherano y Cambiasso no han sabido crear juego y la orden de Batista a Messi de no bajar a buscar juego lo ha dejado por demás aislado y fuera del partido. Por otra parte, los argentinos han provocado cualquier cantidad de faltas en su propio campo que bien pudieron ser mejor aprovechadas.

El famoso tridente ofensivo de Messi, Tévez y Lavezzi simplemente no se entiende y parecen incómodos, sin encontrar su mejor posición en el campo y sin acompañarse debidamente. EL CLARÍN de Argentina sentenció: "La pulga fue otro de los grandes responsables de la mala noche argentina. ¿Pero por qué recae en él parte de la decepción? Porque no sólo el técnico carga al jugador con la responsabilidad de ser el dueño de un equipo que no le responde, lo hacen sus compañeros también. Y encima las cosas no le salen, porque no encuentra a su Iniesta o a su Xavi para parecerse al del Barcelona. Y el jugador sufre y se fastidia. Y la gente también".

No basta con meter a 11 estrellas al campo. Hay que hacerles jugar en la misma dirección, con el mismo objetivo y asociándose para conseguirlo. Confiar en el talento y la capacidad individual de sus jugadores no es suficiente. Esforzarse individualmente tampoco. Si no encuentran la forma de asociarse y acomodarse debidamente en el campo, seguirán en problemas y tendrán que buscar algún otro país para vacacionar porque en Argentina no los dejarán en paz. Hoy por hoy, la decepción se ha adueñado de la afición argentina y la prensa arremete contra sus ídolos mientras Batista no logra encontrar la llave mágica que le pueda brindar algo de futbol.