Nada para Nadie

Barcelona y Real Madrid empataron a 2 en el Santiago Bernabeu y decidirán la Supercopa el próximo miércoles en el Camp Nou. En esta ocasión ha sido el Real el que ha creado más ocasiones de gol. Los merengues se vieron más fuertes y mejor estructurados ante un Barcelona que corrió con mucha suerte.

El Real Madrid no supo plasmar en el marcador la superioridad mostrada en la cancha. Los blancos pusieron el futbol, el ritmo y las condiciones del partido pero fueron sorprendidos en dos ocasiones por los culés que estuvieron cerca de llevarse una gran victoria de no ser por la testarudez de gente como Özil que jamás bajó los brazos y supo remar contra la corriente.

Así es el futbol, no siempre gana el que mejor hace las cosas en el campo. El año pasado fue el Barcelona el que monopolizó el balón y no supo ganarle al Real Madrid en la final de la Copa pero este año las cosas fueron muy distintas. El Real Madrid ha llegado en mucho mejor forma física y borró por momentos a un Barcelona que no daba más y que evidenciaba su falta de preparación para este partido.

Los titulares de EL PAÍS son muy descriptivos: "El Madrid da vida al Barcelona", en la narración del partido y "la cabeza ha podido con el cansancio" en un artículo de Eleonora Giovio. No hay duda, la felicidad de Guardiola al salir del Estadio era notoria y sus declaraciones, como siempre, han sido sinceras: "he venido aquí muchas veces como jugador y unas cuantas como entrenador. Me han ganado en la mayoría de los partidos y en muchos me han pasado por encima. Por eso estoy tan orgulloso hoy (por ayer)" y agregó "ha sido una proeza sacar este resultado contra este Madrid. Estábamos en retraso de preparación y de todo. Y lo seguimos estando. La cabeza ha podido con el cansancio".

La contabilidad al final del partido le dio el 52% de posesión al Barcelona pero en realidad no se notó. El que llevó en todo momento el mando del partido fue el Real Madrid que también tenía dominio territorial y le supo cerrar los espacios a los complicados toques del ataque culé. Para Guardiola, "la poca posesión que hemos tenido ha sido fruto del gran trabajo del Madrid" y es que los merengues presionaron a los blaugrana desde la salida y les supieron complicar el partido.

Barcelona sufrió para armar sus jugadas debido a la dinámica del Madrid que supo imponer su ritmo de juego y evidenciar la falta de preparación física de los pupilos de Guardiola. No cabe duda, Mourinho preparó muy bien el partido y aunque Guardiola ya se imaginaba algo así, no pudo contrarrestarlo tácticamente y terminó apelando al corazón de su equipo.

Fue precisamente el espíritu del Barcelona lo que los sacó adelante. Cuando mejor jugaba el Madrid, después de haberse ido al frente con un gol de Özil ante una magnífica asistencia de Benzema y abundaban las jugadas peligrosas en el área culé, David Villa sacó un disparo que tomó por sorpresa y mal parado a Iker que, en lugar de dar un paso atrás, saltó desde donde estaba y no logró atajar el gol del empate que cayó como balde de agua fría sobre el público que había llenado el Santiago Bernabeu.

Unos minutos antes del final del primer tiempo, Messi se enredó con un balón y aprovechó que Pepé, siempre muy rudo pero muchas veces poco efectivo, cayó al suelo para anotar el 2-1 e irse al descanso en ventaja. En el primer tiempo el Barcelona únicamente hizo dos disparos a gol por nueve del Real Madrid, pero esos dos disparos fueron goles mientras que de los nueve del Madrid, sólo uno entró a la portería.

Messi había sido borrado del campo hasta que anotó su gol y Villa apenas se había podido mostrar por la férrea marcación de Ramos pero aún así, lograron poner arriba a su equipo ante la incredulidad de un Madrid que había hecho todo para pasarles por encima. Dos jugadas inteligentes, con picardía y sorpresa, suficientes para dos goles y un triunfo parcial.

Pero el Madrid no bajó los brazos y sin importarle que Di María y Cristiano, dos de sus estrellas, no anduvieran muy finos, se mantuvo firme e insistente y supo rescatar un empate ante un graderío pletórico y entregado a su equipo.

Fue clara la superioridad madrileña pero aún así, las figuras del Barcelona han sabido rescatarlo y se presagia un gran duelo para el miércoles con los blaugranas ya más entonados físicamente. Ambos equipos tiene mucho que mejorar y ambos entienden que deben hacerlo porque nadie dará ni pedirá cuartel en esta guerra sin fin entre merengues y culés que busca conquistar su primer título de esta campaña. Hoy por hoy, nada para nadie, pero lo mejor está por venir el próximo miércoles.