La Selección de
Chile conquistó un histórico triunfo por 1 tanto contra 0 sobre Uruguay al que
no vencía desde 1983 para avanzar a semifinales de la Copa América Chile 2015
en un partido de alto voltaje, muy parejo y disputado con todo por ambos
equipos. Sin duda, Uruguay vendió cara su derrota.
La garra charrúa se
hizo presente desde el inicio tal y como se esperaba. La Roja tuvo en todo
momento el peso del partido y finalizó con un 72% de posesión del balón pero de
ahí a hacer mella en la férrea y magníficamente bien ordenada defensiva uruguaya
hay un buen trecho.
El duelo se jugó con
fuerza y fiereza. Nadie dudaba en meter la pierna para romper un avance. En el
inicio, Uruguay adelantó filas para meterle presión a los chilenos y sorprendió
con rápidos contragolpes a los insistentes ataques de la Roja que en ningún
momento se amedrentó. Las incursiones chilenas se topaban invariablemente con
el doble muro defensivo de los charrúas que mostraron, como es costumbre, su
oficio y se aplicaron magníficamente bien en la parte baja, sellando todos los
accesos hacia su marco, defendido por Muslera. Chile embestía una y otra vez
pero el último tramo estaba plagado de minas y simplemente era intransitable.
La afición jugó su
partido apoyando sin denuedo a su equipo y la Roja respondió con gallardía.
Chile supo sitiar el área uruguaya, cortando las salidas y recuperando
rápidamente el balón para intentar una y otra vez hacer daño pero los charrúas
parecían inmutables atrás y hacían rebotar una a una las intentonas de
abordaje.
Las jugadas a balón
parado se multiplicaban y los empujones y jaloneos también. El partido era
cardiaco y salían chispas en cada oportunidad. Nadie quería ceder. Los
laterales chilenos se sumaban una y otra vez al ataque, dejando
sistemáticamente a tres defensas atrás pero Uruguay no quería transigir y se
mantuvo a pie firme sin inmutarse ni con la presión del local ni de su público.
Ambos equipos se
fueron al descanso con el 0 a 0 y retornaron sin grandes cambios en el guion.
Chile mantenía la insistencia y Uruguay repelía los ataques y gestaba un
contragolpe cada vez que se daba la ocasión. El partido estaba muy nivelado y
daba la impresión que la balanza se podía inclinar de cualquier lado.
Sin embargo, cuando
ya corría el 63', Gonzalo Jara provocó a Cavani agarrándole el trasero y
metiendo el dedo por ahí. El ariete uruguayo reaccionó empujando al chileno
que, para culminar su fechoría, fingió haber recibido un golpe en la cara y el
árbitro le sacó la segunda amarilla a Cavani y lo expulsó.
Chile intentó
aprovechar el momento pero los charrúas rápidamente se reorganizaron para
mantener su meta inmaculada pero la Roja logró coparles todas las salidas y
comenzó un acoso sistemático sobre su área hasta que, cuando ya corría el 81',
Muslera rechazó al centro del campo un centro, el esférico cayó a los pies de
Valdivia y este lo cedió con pasmosa calma a Mauricio Isla, el lateral derecho
que ya era extremo a esas horas, y este lo mandó sin miramientos al fondo de la
portería para adelantar a Chile 1-0.
Uruguay viró
entonces sobre la portería chilena en busca del empate. Los charrúas
simplemente no saben bajar los brazos y no dudaron en lanzarse sobre los
locales, fieles a su estilo, con fuerza. El público se mantenía en vilo
mientras ambos equipos luchaban con denuedo sobre el terreno de juego. En una
de tantas, y cuando ya corría el 88', Jorge Fucile se ganó la segunda amarilla
y también salió expulsado, dejando a Uruguay con 9 y, de paso, sin técnico ya
que Tabárez también salió expulsado en la refriega.
El árbitro añadió
cualquier cantidad de tiempo en compensación por el drama de las expulsiones y
reclamaciones pero era inútil, la Roja se adueñó de nueva cuenta del esférico y
estuvo más cerca de ampliar el marcador que los charrúas de marcar el empate.
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