Chile mantiene viva
la esperanza de conquistar su primera Copa América pero ahora tendrá que
confirmar sus aspiraciones al enfrentar a un Uruguay que si bien no se
encuentra en su mejor momento, es el campeón defensor y, por si fuera poco,
eliminó a Chile en las dos ediciones anteriores del certamen.
El Estadio Nacional
de Santiago de Chile será testigo del esperado duelo. Tanto Jorge Sampaoli como
Óscar Tabárez son técnicos de reconocida calidad aunque con trayectorias muy
disímbolas y estilos muy distintos.
Sampaoli tiene la
responsabilidad de dirigir a Chile, que hoy parte como favorito, en un torneo
en el que los andinos se han declarado listos para vencer a los grandes y en el
que buscan conquistar su primer título continental. Tabárez, por su parte, sabe
que la presión está del lado andino y prefiere el bajo perfil con declaraciones
cautas pero bien sabe que tiene un equipo altamente competitivo, capaz de
agriarle el día al más pintado, por lo que el duelo será sin duda muy
interesante.
Sampaoli no jugó
profesionalmente al futbol. Una temprana lesión lo marginó del profesionalismo
y lo convirtió en director técnico. Nació en Argentina pero ha trabajado en
Perú, Ecuador y Chile y sabe lo que es ganar la Copa Sudamericana con la
Universidad de Chile. Su trabajo es obsesivo y busca siempre la perfección. En
algún momento ha dicho que busca conformar un cuadro con "11 fanáticos que
se jueguen la vida por la camiseta" y ha influido enormemente en la forma
de jugar de la Roja que ahora tendrá que enfrentar un escollo mayúsculo.
Tabárez es un viejo
lobo que gusta pasear con piel de oveja. Con cordialidad y buena educación
acostumbra mandar mensajes de admiración y respeto a todo mundo pero siempre
logra que su equipo se sublime en las grandes ocasiones. Es un técnico que sabe
del sufrimiento de arañar un pase al mundial por medio del repechaje y
reconvertir a su equipo para alcanzar el 4o puesto en la misma justa. El
Uruguay de Tabárez mantiene la afamada garra charrúa pero le ha sabido dar
modernidad al equipo y lo ha devuelto a los primeros planos del mundo del
futbol.
La Roja de Sampaoli
se caracteriza por un 5-3-2 con una fuerte presión al equipo contrario desde la
salida. Cuenta con delanteros desequilibrantes y gusta de rápidos
desdoblamientos que la hacen muy peligrosa cuando abre el campo. Gusta de
adelantar filas, tocar con mucha velocidad el balón y pelea por una rápida
recuperación del mismo.
Tabárez es mucho más
pragmático y sabe ajustar a su equipo de acuerdo a la ocasión. Los charrúas
saben plantarse bien en defensa, tienen mucho oficio y son muy peligrosos en
táctica fija. Jamás bajan los brazos, pelean fuerte por el balón y saben qué
hacer con el esférico y gustan de los cambios de ritmo. Son un equipo incómodo
por antonomasia y se crecen en las grandes ocasiones.
Cualquiera que gane
el partido de hoy, será favorito para llegar a la final sobre Perú o Bolivia,
por lo que la motivación es enorme para ambos equipos.
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