Mérida 2-1 Pumas UNAM

David Patiño intentó tener un buen estreno como interino en el timón de los Pumas de la UNAM y puso toda la carne al asador, metiendo al cuadro titular al terreno de juego del Carlos Iturralde Rivero para enfrentar a unos combativos Venados pero ni así pudo obtener un buen resultado y regresa a casa con una dolorosa derrota a cuestas.

Los Venados se plantaron bien en el campo y buscaron la portería universitaria desde el primer minuto, imprimiendo un buen ritmo de juego y forzando las acciones con mayor control y protagonismo que los Pumas que preferían bajarle el ritmo al partido.

Si bien Pikolín no tuvo una noche demasiado ajetreada en la portería universitaria, sí tuvo que emplearse a fondo en algunas ocasiones para mantener a su equipo en el partido. Los intentos de los yucatecos fueron infructuosos hasta el 63', cuando Aldo Apolo logró romper el celofán e inauguró el marcador para poner al frente a Venados, cuando estos jugaban su mejor futbol.

Los Pumas respondieron de inmediato y adelantaron filas con la intensión de lograr el empate, mismo que cayó al 73' por conducto de Eduardo Herrera quien cobró atinadamente una pena máxima que había sido provocada por una fuerte salida del arquero emeritense quien arrolló a un delantero visitante en su intento por despejar un balón que bien pudo haber esperado.

Mérida retomó el liderazgo del encuentro y buscó de nueva cuenta la portería de Pumas abriendo las bandas y acompañando bien las jugadas, logrando que el ritmo del encuentro se incrementara nuevamente y consiguió su objetivo al 84' gracias a un disparo de larga distancia de Luis Alberto Acuña que tomó muy adelantado al Pikolín y se introdujo al fondo de su portería, besando las redes para la algarabía de la afición yucateca que había colmado el Estadio.

Los minutos finales transcurrieron con los Pumas volcados hacia el frente en busca del empate y aunque pusieron a trabajar a Víctor Patiño, arquero de los Venados, no lograron conseguir su objetivo y regresan a la Ciudad de México con una dolorosa derrota a cuestas.