Los Rayados de
Monterrey lograron sobreponerse a un asfixiante dominio inicial del Cruz Azul y
terminaron venciéndoles por 3 goles contra 1 en el Estadio Tecnológico gracias
a una gran actuación de Pabón quien hizo todas las anotaciones.
La Máquina comenzó a
tambor batiente y tomó el control del partido desde temprano obligando a
Jonathan Orozco a emplearse a fondo para mantener su portería en ceros aunque
pasó muchos apuros. Los embates del Cruz Azul tenían contra las cuerdas a los
regiomontanos y no se veía por dónde pudieran escapar hasta que, cuando corría
el 38', torrado perdió un balón en la salida de Cruz Azul y Dorlan Pabón
rápidamente se acomodó, avanzó hacia el frente y mandó un fogonazo raso y bien
colocado que se introdujo en la portería cementera pegado al poste derecho de
la portería defendida por José de Jesús Corona para el 1-0 que hacía estallar a
la afición regiomontana que, como es costumbre, abarrotó el Tecnológico para
apoyar con todo a su equipo.
Cruz Azul no bajó
los brazos y de inmediato se fue al frente en busca del empate pero ya no hubo
tiempo para grandes cosas y ambos equipos se fueron al descanso con la ventaja
regia. Sin embargo, en el segundo tiempo, el acoso celeste arreció y al 48', Rogelio
Chávez desbordó por la banda derecha y mandó un gran centro para Joao Rojas
quien, de cabeza, anotó el 1-1 que daba justicia al marcador.
La Máquina tenía
mayor posesión del balón y generaba más peligro pero los Rayados tenían a Pabón
que simplemente está encendido y cuando corría el 67', el ariete aprovechó otra
gran oportunidad al recibir un gran pase dentro del área, quitarse a un defensa
y colocó el balón en el rincón, lejos de Corona quien simplemente vio como caía
el 2-1.
De nueva cuenta, la
Máquina se fue en busca de una anotación, pero cada vez con más unidades,
dejando muchos espacios en la retaguardia y el Monterrey lo aprovechó
cabalmente para, en base a contragolpes, finiquitar el partido.
Corría el 73' cuando
Efraín Velarde desbordó por la izquierda y mandó un centro a segundo palo para
Pabón quien con la derecha mandó un bellísimo disparo que se incrustó pegado al
poste de la portería cementera para poner cifras definitivas 3-1 ante la locura
de la afición regiomontana que festejó ruidosamente el golazo del que fue, sin
duda alguna, el jugador del partido.
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