El Real
Madrid ha tomado la iniciativa y ha dado un duro y contundente primer golpe al
derrotar por tres goles contra cero al Atlético de Madrid en el Santiago
Bernabéu en el partido de ida de la semifinal de la UEFA Champions League,
dejando a los colchoneros en una posición muy incómoda en la eliminatoria.
Zinédine
Zidane hizo modificaciones forzadas en la alineación y estas le funcionaron
magníficamente. Mandó a Keylor Navas a la portería, como siempre. La defensa
estuvo integrada por Carvajal, Varane, Ramos y Marcelo. En la media cancha, en
lugar de jugar con tres mediocampistas, utilizó un rombo compuesto por
Casemiro, Modric, Kroos e Isco y adelante mandó a Cristiano Ronaldo y Benzema.
Diego
Pablo Simeone apostó por su bien conocido 4-4-2 con Oblak, Filipe Luis, Godín,
Savić y Lucas en la defensa, Carrasco, Saúl, Gabi y Koke en la media y Gameiro
y Griezmann en la delantera.
Los
blancos saltaron al terreno de juego con las peores intenciones y se adueñaron
del balón desde el inicio, imprimiéndole un ritmo vertiginoso al partido y
obligando al Atlético a atrincherarse en su propia área para defender el marco
custodiado por Oblak. Isco fue un factor determinante ya que se supo asociar
tanto con Carvajal como con Marcelo y se posicionó entre líneas rompiendo el
esquema defensivo del Atlético.
La media
cancha merengue se hizo dueña del balón y comandó las acciones, marcando el
ritmo del partido y surtiendo de múltiples balones que se alternaban por ambas
bandas y que iban cayendo en el área colchonera cada vez con más peligro.
El primer
aviso del equipo blanco fue por la banda derecha. Corría el 7' cuando Carvajal
penetró hasta el área ayudándose de un par de paredes y reventó un derechazo
que Oblak logró rechazar y Benzema no atinó a contrarrematar debidamente. Al
9', el Atlético rechazó en primera instancia un tiro de esquina que sirvió
Kroos desde la izquierda pero Carvajal recuperó el balón con tranquilidad y
sirvió de nueva cuanta hacia el frente donde Sergio Ramos controló y lo envió
otra vez al área visitante para ser rechazado, nuevamente, por la defensa y
recuperado, otra vez, por los merengues. Casemiro le pegó con fuerza y mandó un
disparo picado que Cristiano Ronaldo, con un cabezazo, envió al fondo de la
portería del Atlético para el 1-0. Si bien Cristiano se encontraba en fuera de
lugar cuando Ramos centró, el árbitro consideró que no intervino en la jugada y
la dejó correr.
El Real
Madrid mantuvo su dominio y Oblak tuvo que estirarse nuevamente para evitar que
su marco fuera vulnerado unos minutos después en otro tiro de esquina desde la
izquierda que, de nueva cuenta, fue cobrado por Kroos. Keylor también intervino
de buena forma al quitarle un balón a Gameiro cuando el ariete colchonero se
dirigía hacia la puerta local y buscaba empatar el encuentro.
Si bien
el Real Madrid terminó la primera parte a tambor batiente y obligando a Oblak a
emplearse a fondo para mantener a su equipo en la pelea, bajó el ritmo para el
segundo tiempo, pero no soltó el dominio y mantuvo el manejo de partido, con
Kroos como pivote y Modric e Isco asociándose con los laterales, principalmente
Marcelo ya que Carvajal salió lesionado y cedió su lugar a Nacho que se
incorporaba menos.
El
segundo tanto del equipo albo llegó al 73'. Kroos controló en el medio campo y
avanzó unos metros para ceder a Marcelo quien rápidamente filtró el esférico
para Benzema quien ganó la posesión y tocó para Cristiano que aguantó la carga de un defensa, dejó botar el
esférico y mandó un soberbio derechazo cruzado que venció a Oblak para el 2-0.
Cuando
corría el 86', Cristiano contragolpeó por la banda derecha, habilitó a Lucas
Vázquez que se fue hasta la línea de fondo y cedió un pase retrasado hacia el
centro donde Casemiro la dejó pasar para que Cristiano Ronaldo la prendiera y
la enviara hasta el fondo de la portería para el 3-0.
El
Atlético adelantó filas en busca de una anotación que les diera oxígeno pero el
Real Madrid supo contenerlos, les cerró los espacios impidiendo que lograran
profundidad y los contragolpeó con oportunidad y peligro pero el marcador ya no
se movió más.
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