La
Selección de México derrotó por la mínima diferencia a su similar de Islandia
en el Estadio Sam Boyd de Las Vegas, Nevada que lució una espectacular entrada,
la cual, por cierto, fue lo único espectacular del partido y los más de 30 mil
aficionados que abarrotaron el graderío no tuvieron gran cosa que festejar pero
al menos se fueron contentos con el triunfo del Tri en patio ajeno.
Dado que
no es Fecha FIFA, ambos equipos utilizaron cuadros alternativos. Juan Carlos
Osorio utilizó jugadores de la Liga Bancomer MX y los reforzó con Giovani dos
Santos del LA Galaxy y Hemir Hallgrimsson, director técnico del conjunto
islandés, tomó en cuenta jugadores de las ligas noruega, sueca y danesa para
reforzar a los de la liga islandesa.
El
partido fue un claro ejemplo de "partido molero", tal y como fueron
bautizados estos encuentros por el célebre Tuca Ferretti en su momento. El
desarrollo del cotejo fue por demás aburrido y en nada contribuyó el hecho que
entre ambos equipos se hayan efectuado más de 10 cambios.
Alan
Pulido anotó el único gol del partido. Corría el 20' cuando Giovani dos Santos
mandó un centro al área y Pulido peinó hacia atrás para sorprender al arquero
islandés y ponerle número al marcador.
México se
adueñó del balón y marcó el ritmo de juego pero sus constantes fallas a la hora
de la definición impidieron que el marcador se moviera de nueva cuenta. Las
opciones claras de gol se fueron sucediendo en la primera parte pero el balón
se negó a entrar. Pulido y Lozano tuvieron claras oportunidades para anotar
pero erraron sus remates y el ímpetu del conjunto tricolor fue bajando cada vez
más hasta hacer soporífero el encuentro para la segunda parte en la que los
constantes cambios en la alineación y las múltiples pruebas y experimentos del
entrenador hicieron que el partido fuera cada vez más difícil de digerir.
Islandia
se parapetó bien atrás y cerró espacios con un doble muro defensivo y en
algunas ocasiones buscó contragolpear con trazos largos que solían poner en
problemas a la defensa tricolor que volvió a mostrar falta de oficio para el
contragolpe.
Osorio
volvió a utilizar gente fuera de sus posiciones habituales e hizo cualquier
cantidad de experimentos, por lo que el equipo lució desarticulado y muy mal
coordinado. Los destellos mostrados por las bandas en la primera parte fueron
algo de lo rescatable del encuentro, así como el buen gol de Pulido y, por
supuesto, el haber salido con el triunfo.
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