El Celta
de Vigo propinó la primera eliminación del Real Madrid desde la llegada de
Zinedine Zidane al banquillo merengue al empatar a 2 goles en el Municipal de
Balaidos en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey de
España luego de haberlos derrotado por 2 tantos contra 1 en la ida celebrada en
el Santiago Bernabéu.
El
partido fue de alta intensidad, disputado de principio a fin y con el vértigo
propio de la Copa. Debido principalmente a la gran velocidad a la que se vivió
el duelo, las imprecisiones abundaron y la afición lo presenció prácticamente
al filo de la butaca.
Berizzo
mandó al terreno de juego un ambicioso 4-3-3 que dejaba en claro que el Celta
buscaba finiquitar su obra en Vigo y no deseaba dejar vivo al rival herido.
Zidane plantó al Real Madrid con su acostumbrado 4-4-2 con Kroos y Kovacic en
la cintura y Benzema y Cristiano en el ataque pero tuvo que improvisar con
Casemiro y Ramos en la defensa central y Nacho y Danilo en las laterales.
El
partido fue de ida y vuelta de principio a fin, sin descanso. Los merengues
pudieron irse al frente pero Cristiano dejó ir una importante ocasión de gol al
estrellar su cabezazo en el larguero y luego fallar en el contrarremate, pero
eso no inmutó al Celta que mantuvo el pulso de tú a tú en el partido.
El Celta
se fue al frente al 44' gracias a un autogol de Danilo en una jugada a toda
velocidad en la que Ramos dejó el centro y el lateral derecho del Madrid tardó
en acudir a cubrirlo y, para su mala fortuna, cuando fue, no pudo evitar que el
balón rechazado por Kiko Casilla rebotara en su pierna y se introdujera en su
propia portería para el 1-0.
Empató
Cristiano Ronaldo al 62' mediante un tiro libre que se coló en medio de la
barrera y no pudo ser atrapado por Sergio Álvarez. El partido seguía intenso,
sin pausas, con dos equipos empecinados en anotar pero fue el Celta el que
encontró primero el gol. Corría el 84' cuando un rebote cayó a los pies de Wass
y este fusiló a Casilla para el 2-1.
El Madrid
volvió a la carga, decidido a buscar el empate contra viento y marea y con un
Celta arremangado, con la frente en alto y decidido a finiquitar el encuentro
en una contra. Al 90', Toni Kroos mandó un tiro de esquina desde la banda
derecha del Real Madrid y Karim Benzema desvió con la cabeza hacia el corazón
del área donde apareció Lucas Vázquez para rematar y empatar el partido 2-2.
El Real
Madrid arremetió con furia sobre la portería gallega en los últimos instantes
pero el balón se negó a entrar y el Celta logró culminar su obra y avanzar a la
semifinal de la Copa del Rey cubriéndose de gloria y dejando fuera al gran
favorito Real Madrid.
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