El Real
Madrid dio un paso muy importante rumbo al objetivo de avanzar a cuartos de
final de la Copa del Rey de España al doblegar al Sevilla por 3 tantos contra 0
en el partido de ida celebrado en el Santiago Bernabéu pero sabe perfectamente
que no puede confiarse ya que si se duerme en sus laureles, le pueden dar la
vuelta.
La
gestión de Zinedine Zidane en el timón del conjunto merengue se ha
caracterizado por un trabajo muy fuerte, un excelente orden táctico, solvencia
defensiva, mucho amor a la camiseta y una buena dosis de fortuna, algo que
Zizou agradece con humildad, simpleza y discreción. Entre septiembre y
noviembre de 2016, los madridistas tenían un promedio un poco superior a 1 gol
recibido por partido y si bien el galáctico director técnico declaró en su
momento que no le preocupaba, vaya que sí se ocupó en ese tema y, apretando
tuercas, ha logrado devolverle al equipo la solvencia defensiva que requiere
para las grandes empresas a las que aspira. Hoy, sin duda alguna, Sevilla
pondrá a prueba a esa defensa.
Jorge
Sampaoli, director técnico del Sevilla, sabe que la tiene difícil. Necesita
remontar un 3 a 0 contra uno de los mejores equipos del mundo y, para colmo de
males, sabe que su contrincante ha estado apretando tuercas para eficientizar
el aparato defensivo. Por si fuera poco, tendrá que enfrentar al Real Madrid en
Copa e, inmediatamente después, en la Liga, por lo que tendrá que tomar
decisiones importantes ya que en la Liga Santander, Sevilla corre en el 2o
puesto con 36 puntos, 4 por debajo del Madrid y 1 por encima del Barcelona.
Sampaoli
sabe perfectamente que ponga a quien ponga, necesita hacer un gran partido para
aspirar a la remontada. Si bien ha dejado fuera a algunos titulares
induscutibles, como Mariano, N'Zonzi y Franco Vázquez, para reservarlos para la Liga Santander,
mandará al terreno de juego a sus dos flamantes fichajes, Lenglet y Jovetic, en
gran parte para medir sus alcances.
La clave
para el Real Madrid sin duda estará en el equilibrio. Zidane necesita que el
muro defensivo conformado por la media cancha y la retaguardia, sea capaz de
erigirse como una barrera que frene el ímpetu del Sevilla en el Sánchez Pizjuan
sin dejar de un lado la elaboración de contraataques que pudieran finiquitar el
encuentro y echarle un cerrojo a la llave. Las claves para el Sevilla serán la
agresividad, la profundidad, el volumen del juego y la serenidad para no dejar
espacios abiertos que le permitan al Real Madrid explotar su velocidad y
peligrosidad al contraataque.
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