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lunes, 13 de junio de 2011

Arrollador

México nunca había arrollado en un primer tiempo de esta forma a Costa Rica. Basta revisar los números de los enfrentamientos en Copa Oro de estos dos equipos para darse cuenta que lo sucedido anoche no estaba previsto por ninguno. En 5 enfrentamientos habían 3 triunfos mexicanos y dos empates, de estos enfrentamientos, uno se había tenido que definir en penales luego de empatar en tiempo reglamentario. Costa Rica siempre se había distinguido por sublimarse ante México, cortarle las salidas, presionarlo e incluso golpearlo con tal de que el equipo tricolor no pudiera desplegar su juego de toques rápidos que tanto daño hace. Para colmo, México jamás había superado una primera ronda en torneo oficial que tuviera 4 equipos en primera ronda, llámese Copa Oro, Copa América o Mundial, con paso perfecto.

La Volpe conoce bien a México y en especial a los seleccionados actuales por lo que nada hacía pensar que se pudiera dar un arranque dan desigual. El bigotón paró a Costa Rica como acostumbra, con 3 centrales en línea y 2 laterales que buscarían ser volantes también. Sin embargo, esa línea de 5 con sus 2 contenciones fue superada ampliamente y los tricolores simplemente les pasaron encima durante todo el primer tiempo.

El primer gol cayó a los 16 minutos por conducto de Rafael Márquez que coronó un dominio asfixiante. Costa Rica salió, sorprendentemente, dormido, pasivo y México salió revolucionado, tocando y creando espacios con gran rapidez y antes del gol de Márquez ya se habían generado un par de opciones claras que supo contener Navas atinadamente.

El gol fue producto de un cabezazo en el área de Márquez, ante una mala marca, no hay duda, pero aún así, no se hacía justicia en el marcador, ya que el 1-0 le salía barato a Costa Rica. No tardó mucho en caer el segundo, esta vez por conducto de Andrés Guardado que por fin se soltó la melena y nos regaló un poco de lo que es capaz. Si la defensa tica había sido pasiva antes del primer gol, empeoró tras este y los mexicanos aprovecharon para entrar como cuchillo en mantequilla haciendo jugadas rápidas y desmarcándose con suma facilidad. Así, Guardado coronó una serie de toques entre los delanteros tricolores con una impresionante volea que dejó viendo visiones a Navas para un gran gol.

El tercero también fue de Guardado, un disparo al primer poste que se coló gracias a que Navas había querido adelantarse a un posible centro del mediocampista que aún milita en la Coruña. Es importante señalar que esta jugada nació debido a que Andrés robó un balón a la defensa que, fiel a la costumbre del bigotón La Volpe, quería salir con balón dominado. Sí, con balón dominado cuando tenía encima a medio equipo mexicano atosigándolos y como dicen vulgarmente, apedreándoles el rancho.

El cuarto lo anotó Barrera que aprovechó muy bien un pase filtrado de primera intensión de Salcido que lo dejó solo frente al arquero tico. Todavía México se dio tiempo de darle un par de pases al Chicharito para que intentara anotar su gol pero este no salió fino y falló todos sus "mano a mano" con Navas que hubieran podido hacer el marcador mucho más abultado.

Talavera tuvo oportunidad de mostrarse en la segunda parte en la que México bajó la intensidad y sus compañeros mostraron algo de cansancio y desubicación, cosa que todavía tienen que corregir. El gol de Costa Rica es un claro ejemplo: Salcido se había ido al ataque para variar y no pudo bajar a cubrir su posición ya que Costa Rica hizo un contragolpe. Su lugar fue cubierto pésimamente por Torrado quien en lugar de pegarse al delantero costarricense, se fue al centro, dejándolo solo para controlar con calma y fusilar a Talavera. Una pobre cobertura.

Dadas las circunstancias y el resultado previo entre El Salvador y Cuba, ni Costa Rica ni México quisieron arriesgar más, uno a recibir otro gol y el otro a recibir más patadas, por lo que el final del partido fue de mero trámite.

México jugó con dos centrales: Moreno y Márquez. Ambos cumplieron un buen papel y se dieron tiempo para apoyar a la ofensiva en distintos momentos, sumándose al ataque. Márquez todavía se nota lento y en ocasiones hasta desubicado, pero no fue muy exigido por lo que sus dudas no dieron pie a nada. Por las bandas jugaron Salcido y Juárez, luz y sombra. Carlos fue el dínamo de siempre, aunque por su banda entró solo el único tico que pudo marcar gol, supo cubrir eficientemente y su aportación al ataque fue de lo más importante del equipo tricolor. Juárez se notó muy mal en la marca y tuvo que recurrir constantemente a las faltas para no meterse en más líos aunque por su culpa los ticos tuvieron la oportunidad de cobrar un par de faltas al borde del área que pudieron ser goles.

La media la integraron Torrado y Castro con Guardado y Barrera. Los dos primeros en la contención y los siguientes, abiertos buscando sumarse al ataque y crear opciones de gol. Torrado se notó muy limitado por momentos y tuvo que recurrir a numerosas faltas, incluso sus pases que normalmente son buscando compañeros al frente, fueron mucho más intrascendentes y mas bien buscando apoyo en los costados.

Arriba estuvieron el Chicharito y Gio. Ninguno salió en su noche. El primero falló cualquier cantidad de enfrentamientos con el portero estrellando el balón en diferentes partes de su cuerpo, pero supo jugar de poste y ayudó al moverse a crear espacios para sus compañeros. Gio sigue terco con buscar "un golazo" y peca de individualista cuando toma el balón y fue intermitente, pero cuando participó y sobre todo cuando jugó con sus compañeros, creó jugadas de verdadero peligro.

El primer tiempo nos mostró a un equipo mexicano con ganas, con sed de triunfo. México dio una cátedra de movilidad y compañerismo creando jugadas de forma fácil y rápida. Nadie vio a Costa Rica que salió adormilado, pero en el segundo, el equipo tricolor bajó el ritmo y se pudo ver que todavía hay trabajo por hacer sobre todo en la defensa, que falta más conjunción y que esta semana que tienen para descansar puede ser muy bien aprovechada para ir ajustando esos detalles.

Gran resultado para los tricolores que debe de brindar todavía más optimismo. Da gusto ver la actitud del Chepo que está muy lejos del triunfalismo que propagan a su alrededor y sigue insistiendo en la humildad y el trabajo como bases para desarrollar su futbol. En horabuena, ayer vimos en el primer tiempo al México que todos queremos ver: arrollador.

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